Misofonía: El síndrome de intolerancia a sonidos específicos

Misofonía, un término poco común le la cotidianidad de las personas. Se trata de una afección provocada por fuertes sonidos. Las personas que sufren esta condición, son intolerantes a sonidos específicos de la vida cotidiana y tienen reacciones extremas. 

Para empezar, la misofonía es una afección  provocada por una fuerte reacción a sonidos y ruidos específicos. El término se traduce como miso (odio), y phonia (sonido). Es considerado un transtorno mental aunque también se lo conoce como síndrome de sensibilidad selectiva al sonido.

Las principales reacciones de una persona que sufre misofonía frente a determinados sonidos pueden ser estrés, ira, irritación, ansiedad y, en casos extremos, rabia. Los desencadenantes comunes incluyen desde ruidos de comer, chasquidos de labios, o el sonido de una tiza al escribir en una pizarra, hasta el sonido de respiraciones profundas.

Las personas que lo padecen optan por camuflar los ruidos que provocan el malestar con música, por el contrario otras procuran evitar los ruidos que les resultan desagradables. 

Cuando el grado de malestar es muy elevado las consecuencias de padecer este síndrome pueden ser graves, ya que la persona evita tener relaciones sociales y tender al aislamiento, ya que pueden llegar a mostrarse desagradables y muy susceptibles de cara a los demás.

No es lo mismo que la hiperacusia

Es muy común confundir la misofonía con la hiperacusia, pero no son lo mismo. La hiperacusia consiste en percibir ciertos sonidos de una forma anormalmente alta, y sentir incluso dolor físico al escucharlos. La hiperacusia y la misofonía son trastornos relacionados con una disminución de la tolerancia al sonido.

¿Cómo identificar si padeces misofonía? ¿Como tratarlo? 

Dos de las preguntas más cotidianas cuando se investiga acerca de un trastorno de este tipo son, justamente, como saber si padezco dicha condición y como tratarlo. La respuesta breve es que no hay una forma de saber si alguien tiene esta afección. 

La mejor manera de identificar la misofonía es a través de las reacciones del individuo a ciertos sonidos. El médico de cabecera u otro profesional sanitario puede llevar a cabo pruebas y comprobaciones individualizadas. Si la persona reacciona de forma exagerada a determinados sonidos, puede que padezca misofonía.

En cuanto al tratamiento, En la actualidad, no existe una cura especifica para la misofonía. No obstante, el médico puede recomendar distintos tipos de terapias para poder sobrellevarlo. Aunque no sean tratamientos en sí, pueden ayudarle bastante a aprender a convivir con la misofonía. Asimismo, hablar acerca del problema que se padece puede ser de gran ayuda.

El aporte de los profesionales 

Según La Universidad de Newcastle, entre el 6% y el 20% de la población sufre esta afección. Además, dicha universidad se ha encargado de investigar en profundidad la enfermedad y a las personas que la sufren. 

“Nuestros resultados indican que en las personas con misofonía existe una comunicación anormal entre las regiones cerebrales auditiva y motora”, afirma el neurocientífico Sukhbinder Kumar, de la Universidad de Newcastle (Reino Unido). “Se podría describir como una ‘conexión supersensible’. Es la primera vez que se identifica una conexión de este tipo en el cerebro para esta enfermedad”.

Si el hallazgo publicado en el “Journal of Neuroscience” se confirma en futuras investigaciones, podría allanar el camino hacia terapias más eficaces para la misofonía, que algunos pacientes consideran profundamente desagradable.

El equipo analizó los escáneres cerebrales por resonancia magnética funcional de un total de 75 personas con y sin misofonía para descubrir esta conexión supersensible. 

Los datos se recogieron sin ruido, con sonidos desencadenantes de la misofonía (como masticar), con sonidos diseñados para ser desagradables para todos (como gritar) y con sonidos neutros (como la lluvia).

 Dependiendo de la gravedad, la misofonía puede llegar a tener consecuencias graves para el bienestar de la persona, que puede dejar de tener relaciones personales, de involucrarse en actividades sociales e incluso puede llegar a abandonar el hogar.

Las personas que padecen misofonía se sienten alienadas e incomprendidas porque se les suele tildar de histéricas o exageradamente sensibles. Es fundamental acudir al médico para que se pueda diagnosticar esta condición y demostrar que no es una invención.

Escrito por Lucas Miró 

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