Una vez más, te traemos el lado B de la semana en 5 noticias: las más bizarras de los últimos días, en la nueva edición de Información Segura.
Una joven de Twitter contó una particular teoría que tiene su amiga para saber si un hombre es “gato” o “infiel”. Para elegir si darle una chance al varón o no, la mujer chequea si el chico en cuestión sigue a más de una docena de Sofías en Instagram.
Sin mucho sustento teórico o científico, la hipótesis de la joven logró hacerse un gran lugar en el mundo de Twitter. Por su parte, las Sofías comenzaron a perder muchos seguidores en sus redes sociales. Mejor prevenir que curar.
Un supuesto rengo pedía limosna arrastrando una pierna entre los autos en distintos semáforos de San Juan. Un hombre se percató de que su caminata era rara y decidió filmarlo.
La sorpresa se la llevó cuando algunos días después volvió a cruzárselo. Pero ahora, el impostor caminaba ¡con total normalidad!. No se sabe si por milagro de Dios o por kinesiología, pero ya le estarían pidiendo el secreto.
Imaginate que estás durmiendo tranquilo en tu casa y a las 5 de la mañana te despertás por el ruido de un celular. No sabés de dónde viene, y cuando vas a mirar por la ventada, es de un borracho que vomitó toda tu puerta y se quedó dormido.
Para colmo, se ve que no aguantó las ganas de ir al baño y lo hizo ahí mismo. El dueño de casa se fue a la oficina “esquivando caca” y vómito.
Dos pilotos que estaban por aterrizar sus respectivos aviones tuvieron un fuerte cruce por problemas en sus vuelo. Uno debía esperar a que la otra aeronave llegue a destino para hacer lo propio, pero el de Aerolíneas estaba apurado y no quería arribar después del avión sanitario.
Tras una discusión, el tono comenzó a elevarse y finalmente, se invitaron a pelear.
Un sacerdote portugués estaba recitando unas palabras en su misa habitual, cuando tuvo un invitado sorpresa. Un loro ingresó a la Iglesia y no fue justamente para escuchar el sermón que el representante eclesiástico tenía preparado.
El ave comenzó a acercarse a la copa y hasta llegó a poner el pico dentro de la misma. Quizás solo quería probar un poco, pero el cura no se lo permitió y la espantó.
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