Noticias raras, insólitas y bizarras de la semana, para todas las edades, humores y gustos. Las 5 de estos 7 días.
Boca y Aldosivi estaban jugando un partido clave en Mar del Plata para la conclusión del torneo argentino. Era un partido trabado y con llegadas, que hasta incluyó algunos incidentes en las tribunas. En uno de los llamados de la voz del estadio, el locutor pidió por lo parlantes que bajen a un chico del alambrado ya que era peligroso. Pero la situación se volvió incómoda para todos cuando se dieron cuenta que era una persona de talla baja.

Los hinchas pasaron de la preocupación por el supuesto niño a la risa en pocos segundos. En Twitter no tardaron en aparecer los memes y muchos mensajes irónicos por la situación bizarra.
Un grupo de chicas decidió salir a comer para pasar una noche entre amigas. Fueron al polo club de Palermo con la ilusión de probar algo rico pero lo único que probaron fue una gran indignación. Pidieron una ensalada César (si a eso se le puede decir así) pero cuando llegó el plato solo pudieron pensar que era un chiste.

Unas hojas de lechuga con un poco de condimento y unos pinches de pollo fue lo que les sirvieron. No contentos con eso, el precio también las sorprendió ya que eran $2000. La gran estafa, versión Capital.
Un grupo de dos jóvenes de Santiago del Estero quiso hacerle un chiste a su amigo pero no salió como lo planeado. Le robaron el auto a su amigo con la intención de que el afectado tenga que volver a su casa caminando.

Pero cuando llegó al destino se encontró con un enorme problema. Sus amigos le devolvieron el auto pero no en las mismas condiciones en las que lo tenía. Estaba chocado y destrozado.
La gente hace cualquier cosa con tal de conseguir pareja. Un chico intentó sorprender a su potencial salida de una aplicación de citas con un extraño talento: imitar al gallo Claudio.

La chica le había propuesto que se presente utilizando 3 emojis o demostrar su talento. Rememorando al simulador de Alf, eligió la segunda opción. Su amigo lo publicó en redes sociales y no tardó en viralizarse.
Un joven inglés de 22 años salió de fiesta con sus amigos y para el viaje decidió tomarse un Uber. No parecía un trayecto largo: unas 60 cuadras lo separaban de su destino. A la mañana siguiente, no sabía si por el efecto de la resaca o si era real, vio el ticket y no comprendía lo que pasaba. Unas 35 mil libras, casi 6 millones de pesos, figuraban para pagar en su cuenta.

Desesperado, el joven comenzó a buscar una explicación lógica ya que juraba no haber tomado tanto como para comerte semejante error. Tras buscar y buscar, se contactó con el soporte técnico y encontró la solución. Resulta que desde la aplicación habían cometido un error y confundieron el destino de la ciudad inglesa con uno de Oceanía. Inmediatamente se corrigió y la tarifa bajó a 10 libras, o unos 1600 pesos.
Información Segura #10: Las 5 noticias más bizarras de la semana
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