El Banco Central de la República Argentina (BCRA) puso en marcha un primer tramo del swap de monedas acordado con el Tesoro de Estados Unidos, según confirmó el secretario del Tesoro norteamericano, Scott Bessent. La activación del mecanismo financiero se produce en un contexto de alta tensión cambiaria y especulaciones sobre el uso de parte de esos fondos para cumplir con los vencimientos de deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Ayer, distintos operadores del mercado habían deslizado la posibilidad de que el Gobierno utilizara parte del swap el viernes pasado para afrontar compromisos con el organismo multilateral. Sin embargo, no hubo confirmación oficial de esa versión.
Bessent detalló que “la administración argentina solicitó poner en funcionamiento una pequeña parte del convenio”, cuyo monto total asciende a 20 mil millones de dólares. El acuerdo, que busca fortalecer las reservas del Banco Central, se enmarca en una estrategia de cooperación financiera bilateral.
El funcionario estadounidense evitó precisar el monto exacto del desembolso, aunque subrayó que el Tesoro “mantiene un canal de diálogo abierto con las autoridades argentinas para acompañar los esfuerzos de estabilidad económica”.
Por su parte, el abogado constitucionalista Andrés Gil Domínguez había presentado un pedido de información oficial sobre los términos del swap, con el objetivo de determinar si el convenio debía pasar por el Congreso Nacional para su aprobación. “Solicité conocer los detalles del acuerdo, pero hasta el momento no obtuve respuesta”, señaló el jurista. Su planteo apunta a establecer si el compromiso implica endeudamiento público y, por lo tanto, requiere control legislativo.
Mientras tanto, el panorama financiero local sigue marcado por la incertidumbre. La falta de divisas y los compromisos internacionales presionan las reservas, al tiempo que crecen las expectativas sobre los próximos pasos del Gobierno en materia de política monetaria y cambiaria.
La mitad de los hogares llega a fin de mes con ingresos extra al salario
En paralelo, un informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) reflejó la compleja situación económica de los hogares argentinos. Según el relevamiento, la mitad de las familias necesita recurrir a estrategias fuera del salario para llegar a fin de mes.
Durante el primer semestre del año, el 37,4% de los hogares utilizó sus ahorros para cubrir gastos corrientes, mientras que un 16,1% recurrió a préstamos de familiares o amigos. Además, el 14,2% pidió dinero a financieras o prestamistas, el 50,9% compró en cuotas o al fiado, y el 9,3% se vio obligado a vender alguna pertenencia.
El informe revela el fuerte deterioro del poder adquisitivo y la creciente dependencia de mecanismos de endeudamiento informal para sostener el consumo.
El doble escenario —la activación del swap con Estados Unidos y la vulnerabilidad de los hogares— refleja la tensión entre las necesidades de liquidez del Estado y las dificultades cotidianas de la población. En un contexto de inestabilidad económica, cada decisión financiera del Gobierno se vuelve clave para evitar un mayor impacto en la vida diaria de los argentinos.