La confianza del consumidor volvió a caer en septiembre y refleja el impacto en expectativas y consumo

La confianza del consumidor en la Argentina volvió a registrar un retroceso en septiembre, luego de la fuerte baja de agosto, de acuerdo con el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) que elabora la Universidad Torcuato Di Tella. Según la medición, el indicador descendió 0,33% frente a agosto, una caída leve en comparación con el desplome del 13,9% observado el mes anterior.

El resultado se enmarca en un proceso de deterioro acumulado: entre diciembre de 2024 y septiembre de este año, la baja fue de 13,5%. En términos interanuales, septiembre mostró un aumento del 2,08% respecto del mismo mes de 2024, aunque en agosto se había registrado una merma del 3,7%. Este comportamiento con altibajos expone la volatilidad de las expectativas durante la gestión de Javier Milei.

El informe reveló un impacto generalizado en los componentes del índice:

la propensión a comprar bienes durables, la evaluación de las condiciones presentes y las expectativas futuras. En septiembre, la disposición a la compra de bienes durables cayó 14,87% frente a agosto, con retrocesos del 21% en automóviles y viviendas, y del 10,7% en electrodomésticos. Las condiciones presentes se redujeron 9,83%, mientras que las expectativas futuras mostraron una suba del 6,59%.

El análisis regional mostró marcadas diferencias. La Ciudad de Buenos Aires registró una mejora intermensual del 9,58%, pero el Gran Buenos Aires cayó 0,84% y el Interior del país retrocedió 3,73%. En la comparación anual, CABA creció 4,74%, el Interior 7,07% y el GBA se contrajo 1,93%.

Por nivel socioeconómico, los hogares de menores ingresos mostraron en septiembre un incremento del 6,65% en el índice, 10,67% más que un año atrás. En contraste, los de ingresos altos sufrieron una baja del 5,20% mensual y quedaron 4,02% por debajo de septiembre de 2024.

La UTDT destacó que, en los primeros veinte meses del gobierno de Milei, el ICC general apenas creció 0,3%, con caídas en la situación personal (-3%) y en la percepción de la economía general (-24,3%), aunque con un fuerte salto del 90,9% en las expectativas de compra de bienes durables.

En este contexto, factores como la inflación, el empleo y el acceso al crédito siguen marcando la evolución del ánimo social y condicionan la disposición de los consumidores a gastar e invertir.

Escrito por Desde Matanza

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