Interna en el gobierno: el nuevo gabinete, unido tras el cimbronazo Feletti

COLUMNA #PolíticaDeManual

Los festejos por el 25 de mayo trajeron aparejada una demorada foto de unidad en el gabinete de gobierno en medio de la interna que enfrenta a sus dos máximas autoridades: el presidente Alberto Fernández y su vice Cristina Kirchner. La disputa tuvo esta semana su más reciente cimbronazo con la renuncia del secretario de Comercio Interior Roberto Feletti, la principal presencia kirchnerista en el área económica. ¿Cómo se reparte el poder político en la nueva composición del Ejecutivo?

Al tiempo que expresó sus “discrepancias sobre el rumbo definido y el programa fijado”, Feletti hizo pública este lunes su indeclinable dimisión. La salida del funcionario kirchnerista, mayor propulsor de las políticas de controles de precios para taclear la inflación, se enmarca en el traspaso institucional de la secretaría, que hace días fue transferida de la cartera de Desarrollo Productivo al ministerio de Economía que dirige Martín Guzmán.

El secretario de Comercio saliente solía dar ejercicio a la voluntad de la vicepresidenta entre carteras controladas por el albertismo, por lo que la sustitución se traduce en una notable pérdida de peso kirchnerista en el gabinete económico. En la práctica, el cambio implica que la política económica estará despegada de la exmandataria, y ahora dependerá por completo de Guzmán y Fernández.

En este marco, mientras el albertismo goza del protagonismo económico, el poder del kirchnerismo se encarna en territorialidad y algunos cargos clave; como se desprende del análisis de la composición del gabinete de gobierno, atravesado por la interna en la coalición. Si el jefe de Estado pisa fuerte a nivel ministerial, la vicepresidenta y, en menor medida, el titular de la Cámara de Diputados Sergio Massa, se dividen cajas y carteras.

Interna en el gobierno: el gabinete antes y después de Feletti


Como parte de la reactivación económica con la que el oficialismo intentó revertir los magros resultados electorales conseguidos en las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) de septiembre de 2021, el 9 de octubre pasado Feletti asumió la conducción de la secretaría de Comercio Interior de la Nación. Su desembarco en el gabinete significó una marcada intervención kirchnerista en el espacio que hasta entonces dominaban las presencias albertistas.

El 12 de septiembre comenzaba, también, la crisis interna que aún hoy distancia entre sí a la fórmula presidencial. Para la exmandataria, la caída electoral, que se repetiría el 14 de noviembre en instancias generales, se explicaba en la difícil situación económica nacional. En ese contexto, la asunción de Feletti tenía como objetivo impulsar políticas a tono con la postura kirchnerista a fin de recomponer el bolsillo.

Las medidas promovidas por el funcionario durante su trabajo bajo el ala del ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas se retrataron principalmente en controles de precios para detener la presunta especulación de los “formadores”, en un abordaje multicausal de la inflación. Su reciente pasaje a la cartera de Economía hizo patente el desacuerdo que mantiene en esta materia con Guzmán; y desembocó, finalmente, en la renuncia del secretario.

A las diferencias en torno a la crisis inflacionaria se suman otras críticas formuladas por el kirchnerismo duro y compartidas por Feletti. En concreto, destacan las definiciones sobre el Programa de Facilidades Extendidas firmado por Guzmán, con auspicio de Fernández, con el Fondo Monetario Internacional (FMI). En declaraciones a Radio con vos, el funcionario saliente llegó a apuntar directamente contra el ministro: “Tiene que bajar líneas claras de política económica para preservar ingresos populares. Sino, esto se va a poner feo”.

Viernes no, miércoles sí: la esperada foto de unidad


Más albertista que nunca, el nuevo gabinete debutó este miércoles con una amplia foto de unidad de gobierno en contraste a la crisis interna. La celebración por el 25 de mayo mostró al presidente rodeado de una extensa compañía, con la participación de funcionarios afines al mandatario y a la vicepresidenta por igual. “La unidad depende de nosotros. Yo no quiero que piensen como yo: que cada uno piense como piense, pero necesitamos unir esfuerzos”, sintetizó ayer Fernández.

El gabinete estuvo representado por la asistencia, entre otros, de dos principales ministros: Guzmán, embajador del albertismo, y el titular de la cartera de Interior Eduardo “Wado” de Pedro, figura del kirchnerismo y miembro cofundador de La Cámpora. Además, Massa compartió actividades con el presidente y caminó a su costado desde la Casa de Gobierno hasta la Catedral Metropolitana. Por la pata territorial, el jefe de Gabinete Juan Manzur, gobernador de Tucumán en licencia, también se mostró cercano a Fernández.

La amplitud ideológica congregada en la jornada de ayer obra como una esperada, y en cierto sentido demorada, postal de unidad dentro del gobierno. La imagen se contrapone a la del último viernes, cuando la escasa asistencia oficialista empañó el acto que encabezó el jefe de Estado en Esteban Echeverría. El evento contó entre los presentes a varios ministros albertistas, así como a Massa, pero casi no aparecieron dirigentes foráneos.

En aquella presentación, la porción kirchnerista del gabinete apenas sumó al titular de Justicia Martín Soria. Asimismo, a excepción del mandatario sanjuanino Sergio Uñac, los gobernadores peronistas se ausentaron al encuentro o enviaron representantes menores. Tampoco asistieron los intendentes del conurbano, ni funcionarios bonaerenses de importancia. En contraste, el debut del nuevo gabinete es un oasis en medio de la interna de gobierno.

Composición del gabinete de gobierno: interna y reparto de poder


El poder político en el nuevo diseño Ejecutivo se halla relativamente distribuido. Dentro del gabinete de gobierno, donde la discusión interna quedó retratada en numerosos reemplazos de importancia, la mayoría de carteras aún responden al presidente. Más de diez ministros se mantienen ligados al albertismo; entre ellos, la tríada a cargo del rumbo económico: Economía, Desarrollo Productivo, y Trabajo (Claudio Moroni), blancos de fuertes críticas del camporismo.

Al otro lado, “Wado” de Pedro oficia como el principal representante de la vicepresidenta entre los titulares de área. No es el único cofundador de La Cámpora presente entre los ministros, dado que el dirigente Juan Cabandié conduce la cartera de Ambiente. Pero el poder del kirchnerismo no se limita al gabinete, donde en rigor solo cerca de un cuarto de las áreas le responden.

Por fuera del Ejecutivo nacional, las gobernaciones provinciales -entre ellas, la del mandatario bonaerense Axel Kicillof- alternan apoyo y distanciamiento para con el presidente. Además, el kirchnerismo tuerce la balanza con el control de las denominadas “cajas”. La titularidad de organismos estatales como la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses), a cargo de Fernanda Raverta, y el Programa de Atención Médica Integral (Pami), conducido por Luana Volnovich, destacan por su poder político y cuantioso presupuesto.

Finalmente, la tercera fuerza fundante del Frente de Todos, el massismo, tiene el control del ministerio de Transporte mediante Alexis Guerrera. Además, la empresa pública Agua y Saneamientos Argentinos (Aysa) es presidida por Malena Galmarini, esposa del titular de la Cámara de Diputados.

En la secretaría de Comercio, el nuevo director Gullermo Hang, reemplazante de Feletti, se plegará a la posición de Guzmán. Así, la política económica quedará unificada en el albertismo. Para bien o para mal, el cambio significa un antes y un después en el funcionamiento del gabinete de gobierno.

#PolíticaDeManual: La columna de Manuel Román

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