El Instituto Gamaleya, el centro de investigación ruso que desarrolló la vacuna Sputnik V, anunció este jueves que el laboratorio Richmond comenzará la producción nacional de la segunda dosis del inmunizante contra el Coronavirus la próxima semana. Además, el organismo informó que enviará un cargamento con el segundo componente en los días venideros. Las comunicaciones se dan en un contexto de incertidumbre porque la Argentina recibió hasta ahora más de 7 millones de dosis del primer inoculante pero solo 1.280.000 del segundo. Sin embargo, el gobierno nacional maneja sus alternativas. ¿Hay que preocuparse? Sputnik V segundas dosis
La Argentina es uno de los 34 países del mundo que produce las principales vacunas contra el Coronavirus. En el país se fabrican los tres inmunizantes comprados hasta ahora: Sputnik V, AstraZeneca – Oxford y Sinopharm (en los próximos meses). El territorio comparte terna con una lista selecta de estados, en la que solo hay dos latinoamericanos más: México y Brasil. La información fue recolectada por Desde Matanza con datos publicados por la Duke University estadounidense.
Además, uno de cada tres argentinos ya está parcialmente inmunizado con alguna vacuna frente al Covid-19. Si se cuenta solo a los mayores de 20, la cifra asciende a prácticamente uno cada dos. La campaña avanza con constancia: al jueves, son 15.329.459 las personas con al menos una dosis. La población inoculada por completo inquieta un poco más: solo 3.825.896 personas. el 8,3% del total, tiene ambas inyecciones. El problema es que las vacunas de AstraZeneca – Oxford y Sinopharm poseen dos componentes iguales; la Sputnik V, no. Y las estadísticas comprueban que son cerca de seis millones los argentinos que todavía esperan la segunda dosis.
¿Hay que preocuparse? Sputnik V segundas dosis
Ante esta situación han aparecido dudas que los funcionarios del propio gobierno salieron a aclarar. El jefe de Gabinete Santiago Cafiero explicó recientemente que “existen hoy 6 millones de personas que han recibido la Sputnik, pero solo 330 mil personas que cumplieron los 90 días de esos 6 millones”. En diálogo con TN, remarcó que “son vacunas que van a ir llegando. No hay que infundir temor”. “Se van a completar los esquemas de vacunación, en ningún momento se han discontinuado”, afirmó.
La pregunta, entonces, es si pasados los tres meses de la primera inoculación la Sputnik V “expira”. La ministra de Salud Carla Vizzotti lo desmintió esta semana: “Las vacunas no vencen. Eso es algo que estamos escuchando muchísimo. Ninguna dosis de ninguna vacuna, incluyendo la del Covid, vence”. Asimismo, sostuvo que pasados 90 días una dosis “genera casi el 80% de inmunidad y la segunda la completa y le da más duración”.
Pero aún hay 330 mil argentinos a la espera de completar su inmunización, y cerca de seis millones más lo harán pronto. Hasta que los inoculantes lleguen o se produzcan en el país, estas serán personas parcialmente protegidas. Frente a ello surgen dos alternativas. La primera es esperar a que la segunda dosis de la Sputnik V esté disponible, y que la población vacunada se quede con la inmunidad que le provee el primer componente mientras tanto. La segunda opción puede resultar extraña, pero varios países la están impulsando: combinar dosis de distintos fabricantes para completar los esquemas de vacunación.
Las dos alternativas
Cafiero valoró la primera como una opción viable al comparar el efecto de una dosis rusa con la vacuna monodosis de Johnson & Johnson. De hecho, la efectividad parcial de la Sputnik V no es para nada despreciable. Así lo comprueba una valiosa investigación de la Provincia de Buenos Aires sobre el impacto de la vacuna en la vida real, fuera del entorno de laboratorio propio de los estudios clínicos.
Los resultados arrojan que una sola dosis de la Sputnik V tiene un 78,6% de efectividad para evitar casos de Coronavirus, un 84,7% para evitar los fallecimientos y un 87,6% para reducir hospitalizaciones. Para poner esta información en perspectiva, un estudio de la Organización Mundial de Salud (OMS) evidencia que la dosis única de Johnson & Johnson registra una eficacia menor para prevenir hospitalizaciones: 85,4%, aunque se refiere a las graves. Es menester recordar que estas investigaciones no dicen nada sobre las nuevas variantes del virus.
Queda, luego, la otra alternativa: “mezclar” vacunas de distintos fabricantes. Suena a cóctel pero no lo es: ya varios países, como Canadá, Estados Unidos, Reino Unido, España y Corea del Sur, autorizaron ciertas combinaciones o lo están estudiando. Y atención: el martes “puso el hombro” la canciller alemana Angela Merkel, quien recibió una dosis de AstraZeneca – Oxford y otra de Moderna.
Pero el gobierno se mostró reacio al respecto. Hace días, Vizzotti rechazó la posibilidad de autorizar la mezcla de vacunas hasta que no exista “consenso técnico” en el tema. La ministra afirmó que esperarán “la evidencia científica y la experiencia de otros países”. Sin embargo, confirmó que la Argentina impulsó un estudio de combinación de vacunas “que se está terminando”, entre Sputnik V y AstraZeneca – Oxford. En conclusión, la primera alternativa suena, por ahora, más probable que la segunda.
Vacunas Made in Argentina
La respuesta a este gran problema es sencilla: se necesitan dosis y rápido. Por eso gana importancia el hecho de que la Argentina sea uno de los 34 países productores de vacunas en todo el mundo. Desde Matanza confeccionó la lista con información de Duke Global Health Innovation Center de la universidad estadounidense homónima. Integran el selecto grupo estados como Alemania, Francia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos; y los únicos latinoamericanos son la Argentina, México y Brasil.
El listado se compone de aquellos países que participan en alguna parte del proceso de producción de las principales vacunas del mundo. Estas son AstraZeneca – Oxford, Sputnik V, Sinopharm (estas tres disponibles en la Argentina), Sinovac, Moderna, Pfizer – BioNTech y Johnson & Johnson. Cabe subrayar que mientras varios países se involucran “solo” en la etapa de envasado, la base de datos destaca que la Argentina es uno de los estados que se encarga de la fabricación de sus dosis.
El caso de nuestro país es particularmente destacado: produce o producirá las tres vacunas que alguna vez compró. Actualmente, las dosis de AstraZeneca – Oxford se fabrican en el laboratorio mABxience, desde donde parten hacia México. Por otro lado, la farmacéutica Richmond comenzó recientemente a producir la vacuna Sputnik V, y recibirá el principio activo para desarrollar la segunda dosis la semana próxima. Marcelo Figueiras, presidente de ese laboratorio, adelantó a Infobae: “Podremos llegar a fabricar cinco millones de dosis por mes una vez que alcancemos el ritmo, siempre teniendo en cuenta que completen los envíos prometidos. No somos socios de Gamaleya por azar”. Ante la falta de vacunas que enfrenta la región, los centros de producción locales iluminan el panorama para la Argentina y Latinoamérica entera.
#PolíticaDeManual: La columna de Manuel Román
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