¿Por qué más de un millón de personas caminaron hasta la Virgen de Luján este fin de semana?

Bajo el lema “Madre, danos amor para caminar con esperanza”, más de un millón de personas de todo el país caminaron hacia la Basílica de Nuestra Señora de Luján durante el fin de semana, en la 51ª Peregrinación Juvenil a Luján.

La multitudinaria manifestación de fe comenzó el sábado 4 de octubre en el Santuario de San Cayetano, en Liniers, y culminó el domingo 5 en la Basílica Nacional de Luján, tras casi 60 kilómetros de recorrido. Según estimaciones oficiales, más de un millón de peregrinos participaron en esta edición, una de las más numerosas de los últimos años.

Participación de la diócesis de San Justo y Laferrere

Miles de fieles del partido de La Matanza, pertenecientes a la Diócesis de San Justo y de Laferrere, se sumaron a la caminata desde distintas parroquias, colegios y movimientos de base. Como cada año, los grupos salieron en caravana con banderas, imágenes y oraciones, acompañados por voluntarios que ofrecieron agua, alimentos y asistencia médica.

El obispo de San Justo, monseñor Eduardo García, también participó de las celebraciones litúrgicas y celebró una de las misas en la plaza central de Luján junto a miles de fieles, en el marco de la llegada de los peregrinos a la Basílica.

El Obispado de San Justo desde sus canales oficiales, compartió imágenes y videos de la misa diocesana presidida por García.

Una tradición que nació de un milagro

La devoción a la Virgen de Luján se remonta al año 1630, cuando una pequeña imagen de la Inmaculada Concepción fue enviada desde Brasil rumbo a Santiago del Estero. Al pasar por las orillas del río Luján, los bueyes que tiraban de la carreta se detuvieron y no quisieron avanzar. Tras varios intentos, los hombres entendieron que la Virgen quería quedarse en ese lugar.

Desde entonces, el sitio se convirtió en destino de peregrinación y oración. En 1887 se colocó la piedra fundamental del actual Santuario de Nuestra Señora de Luján, hoy Basílica Nacional, que recibe millones de visitantes al año y es considerada el corazón espiritual de la Argentina.

Fe, compromiso y comunidad

La Peregrinación a Luján 2025 volvió a confirmar que la fe sigue siendo un motor que une a los argentinos, más allá de las dificultades económicas o sociales. A lo largo del recorrido, se vieron gestos de solidaridad y acompañamiento: jóvenes que ayudaban a adultos mayores, voluntarios repartiendo agua, familias que abrían sus casas para ofrecer descanso y atención médica.

Cada paso, cada rezo y cada silencio en el camino reflejaron una misma convicción: caminar hacia la Virgen de Luján es caminar juntos como pueblo, con la esperanza puesta en el futuro.

Escrito por Desde Matanza

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