Padre Pío de Pietreicina: ¿Cuál es la historia del Santo de los estigmas?

El Padre Pío, en principio fue conocido como Francesco Forgione. Más tarde, sería reconocido como el famoso Padre Pío. Nació en Pietreicina, una localidad de Italia, en el año 1887. Creció en una familia católica, devotos de la religión. Desde muy corta edad, mostró interés en ser sacerdote. Cuando era pequeño conoció a un monje capuchino del convento de Morcone, Fray Camilo, que lo guió para seguir ese camino. PADRE PÍO DE PIETREICINA

El jóven Francesco Forgione, era un niño que sufría grandes dolencias. Los amigos y vecinos de él, contaban que siempre estaba enfermo. También sumaron que parecía que tenía “encuentros demoníacos”, ya que más de una vez se lo había visto pelear con su sombra.  Al cumplir 16 años, decidió convertirse en fraile.

Su formación PADRE PÍO DE PIETREICINA

El Padre Tomasso fue quien lo guió, como su maestro. Según se supo después, era un hombre severo pero de intenciones buenas. Llevaba en su vida gran trabajo con personas internadas. La preparación del Padre Pío, fue muy dura. Hacía largos ayunos y eso modificó su carácter y espíritu. El Padre Pío, o Francesco, en ese momento, tenía enfermedades dificiles de llevar. De todas maneras, no se rindió ante sus dolencias. En el año 1904, pronuncio sus votos temporales y siguió su preparación en otro convento. 

Tres años más tarde, en el año 1907, hizo sus votos permanentes. En ese momento fue trasladado a otro lugar que se encontraba muy cerca del mar. Debido a sus enfermedades, tuvo que regresar. Las dolencias iban en aumento y las enfermedades crecían conforme pasaba el tiempo. Otros tres años más tarde, en el año 1910, se instaló en una institución de Benevento. Seis años después, en 1916, fue enviado al convento de SAn Giovanni Rotondo. Allí vivió hasta que falleció en el año 1968. Su deceso fue en 50 años después de que recibió el primer estigma. En total, tuvo cinco estigmas. 

Los cinco estigmas del Padre Pío  PADRE PÍO DE PIETREICINA

Conocido ya como Padre Pío de Pietreicina, comenzó a ser conocido por los estigmas que recibió en el cuerpo. A lo largo de su vida, recibió cinco estigmas, correspondientes a las cinco heridas que sufrió Jesús en la cruz. Durante 50 años, las heridas del Padre Pío sangraron. Pero jamás sufrió anemia. Muchos de quienes lo conocieron, aseguran que el Padre Pío tenía la capacidad de estar en dos lugares al mismo tiempo. Además, que tenía la capacidad de realizar milagros y que era clarividente. 

Los médicos no podían explicar la aparición de los estigmas. Le hicieron controles inicialmente en el año 1915, cuando comenzaron los dolores en pies, manos y en el costado de su torso. En 1918, tres años más tarde, se oyó un grito angustiante. Varias personas se acercaron a él, y vieron que había caído al suelo. Los lugares que antes sólo le dolían, comenzaron a sangrar. Ese fue el momento en el que aparecieron los primeros estigmas. 

PADRE PÍO DE PIETREICINA

El Padre Pío perdió el conocimiento y los profesionales de la medicina intervinieron inmediatamente. Analizaron el caso, y aunque no encontraron motivos para las heridas, permitieron que regrese a su hogar para que pueda continuar con sus tareas. Las autoridades del instituto médico solicitaron que fotografíen el cuerpo del Padre, para que queden pruebas de lo sucedido. 

En ese momento, el Padre Pío no sólo estaba recuperandose de lo sucedido. Sino que también se lo ve cansado y podría deducirse que hasta algo avergonzado por ser fotografiado con la sangre en las manos. Sorprendentemente, las hemorragias que sufría el Padre Pío no alteraban la estabilidad de su salud. De todas maneras, sí le producían dolor. En toda Italia se extendió la fama para el Padre Pío, que posteriormente sería conocido como el Santo de los estigmas. Por eso, cientos de personas viajaban para conocerlo y confesarse con él. Decían que él ya conocía sus pecados antes de admitirlos. 

Los milagros del Padre Pío

Se le atribuyeron muchos milagros. El primer milagro registrado fue el caso de Gemma di Giorgi. Ella nació sin pupilas, por lo tanto no podía ver. Como fraile, el Padre Pío fue a visitarla. Cuando se fue, la joven comenzó a ver. Los milagros del Padre Pío despertaron la atención de los profesionales de la medicina. Debido a eso, un médico comenzó a analizar los casos milagrosos. Finalmente, sostuvo que algunos casos podrían ser resultado de la fe en el Padre Pío, una solución psicosomática. Pero otros casos, no podían ser solo fe en él, ya que el cambio en la salud de las personas, era muy drástico luego de la visita del Padre. 

Las personas que lo conocieron, explicaron que el Padre Pío podía estar en dos lugares a la vez. El caso más conocido que fue testigo de este suceso, es el de monseñor Damiani. Monseñor viajó a Italia desde Uruguay para ver al Padre Pío. Monseñor Damiani quería que el  Padre Pío estuviera presente el día de su fallecimiento. Pero, el Padre le contestó que eso no sería posible. El Padre Pío le explicó que no podría, porque fallecería en 1942.

Llegado el año 1942, Monseñor Damiani, en Uruguay, estaba agonizando. El arzobispo de Montevideo fue despertado por un fraile que le contó lo sucedido. Cuando todos se acercarno a ver a Damiani, ya había fallecido. Lo llamativo fue que en sus manos tenía una nota escrita por él, que decía “Vino a verme el Padre Pío”. Siete años más tarde, el arzobispo fue a ver al Padre Pío. Para su sorpresa, lo recibió el mismo fraile que lo había despertado para contarle del fallecimiento de Damiani. 

El milagro del Comandante Mayor

Durante la guerra, el Comandante Mayor pensó en suicidarse en el medio del escenario de combate. Según contó más tarde, se detuvo porque vio al Padre Pío personificado delante suyo que le dijo que no lo hiciera. Al regresar de la guerra, el general acudió a una misa que daba el Padre Pío. Cuando finalizó le agradeció y el Padre le contestó: “tuvo suerte de escapar, amigo mío”.

El reconocimiento de la Iglesia Católica del Padre Pío como Santo

El Padre Pío fue canonizado por el Papa Juan Pablo II en el año 2002. Los dones que se le atribuyen son: la bilocación (estar en dos sitios al mismo tiempo), el discernimiento extraordinario (leía la consciencia), la curación milagrosa, las lágrimas (las derramaba al rezar el Rosario), el perfume (“olor de santidad”) y, finalmente, los estigmas. Los estigmas fueron exhibidos constantemente durante 50 años. PADRE PÍO DE PIETREICINA

Cuando el Padre Pío falleció, la Iglesia Católica dio una respuesta sobre todos los casos que tuvieron intervención del Padre Pio y resultaron en milagro. La primera opción que expusieron fue “intervención divina”, la segunda, “intervención diabólica” y la última, “sugestión inconsciente”. 

Escrito por Abril Peralta
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