Polémica: Disney financió la ley “Don’t Say Gay”

La corte de Estados Unidos sancionó el proyecto “Don’t Say Gay”, abreviado “DSG”, que tiene como objetivo evitar que se generen charlas sobre orientación sexual e identidad de género en las aulas. La iniciativa se extiende específicamente desde el jardín de infantes hasta el tercer año de primaria, únicamente en el Estado de Florida. Sin embargo, la polémica escaló entre la comunidad Gay y LGBTQ+ en su conjunto cuando se conoció que Disney aportó grandes cantidades de dinero a representantes republicanos para que votaran a favor.

Otra de las características de “DSG” es que los colegios mantengan una línea de comunicación con los padres si hay cambios en los estudiantes o con sus controles médicos. Al respecto, salud, bienestar mental, físico o emocional son algunos de los ejemplos. Además, las instituciones deben de aportar un entorno “seguro y de apoyo para los niños”; es decir, notificar ante cualquier conducta de los profesores que refiera a la educación sexual o de género.

Don’t Say Gay: qué dicen Disney y la comunidad LGTBQ+

A partir de esto, Bob Chapek (CEO de Disney) envió un e-mail a todos sus trabajadores para aclarar la situación y su postura. En primer lugar, sostuvo que la empresa seguirá apoyando a sus empleados como a la comunidad LGBTQ+. Aunque, por otra parte, no se mostró en contra del proyecto y sostuvo que sus declaraciones corporativas no pueden generar un verdadero cambio o modificación de un punto de vista. En cuanto a las contribuciones, acepto que aportó tanto al partido republicano, como al demócrata. Pero, a partir de ahora, reevaluará sus contribuciones políticas.

Por parte de la comunidad LGBTQ+ demostraron su preocupación y miedo a que esta idea escale a niveles mayores en el sistema educativo de Estados Unidos. Los representantes del colectivo consideran que la ley ataca directamente a la formación e identificación de los más jóvenes. Así, afirman que ellos sufrir consecuencias en la adolescencia ante el desconocimiento o el no entendimiento de las elecciones y gustos de cada persona.

La crítica desde adentro

Dana Terrace, creadora de la serie “The Owl House”, la cual se transmite en Disney, remarcó su rechazo hacía la compañía ante el fallo del proyecto. Subiendo un video en su perfil de Twitter, declaró estar cansada de hacer que “Disney se vea bien”. En él explica su situación ante el e-mail del CEO, así como sus sentimientos ante esta problemática.

“Debido a estas cosas, soy alguien a la que le ha costado mucho aceptar su rareza hasta que tuve 20 años”, declaraba Terrace ante la situación con el fallo aplicado en Florida. La directora se encuentra es partícipe de la comunidad por los derechos de las lesbianas, gays, bisexuales, transgenero y queer. Además, se identifica con el colectivo y sostiene haber sufrido por no poder hablar sobre lo que siente o por lo que vive.

Terrace también identifica a “Don’t Say Gay” como una forma de esconder a los niños LGBTQ+ y decirles que no deben existir o que, si existen, nadie debería saber o hablar de ellos. Su palabra tiene un gran peso, ya que su programa integra una relación amorosa queer y un personaje no binario. Incluso comenta que sabe que trabaja en Disney para ganarse la vida. Pero que estos debates morales le hacen replantearse todo su camino hasta ahora.

Diferencias en Disney sobre la legislación Gay y LGBTQ+

Bob Chapek es quien actualmente tomó partido dentro de esta discusión apoyando a favor del fallo de “DSG”. Sin embargo, esta actitud tiene una gran diferencia con las del anterior CEO, Bob Iger.

A día de hoy está retirado, pero en 2020, cuando se empezó a debatir este proyecto compartió la postura del presidente estadounidense Joe Biden. Los dos estaban en contra de lo que podía significar esta implementación al estado de Florida. Incluso, en su momento se declaró en contra del Estado de Georgia por imponer la ley “latidos del corazón” en 2019. “Se hará muy difícil volver a grabar ahí”, sostenía Iger.

 

Escrito por Federico Galante

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