La privacidad en las redes sociales es una cuestión que genera polémica entre los internautas, que reclaman medidas para proteger sus datos personales.
La privacidad, incluso para quienes llevan una vida pública o son muy activos en redes, es trascendental para llevar una vida lo más normal posible. En un mundo globalizado, el Internet puede significar la exposición de la persona de un modo que no desea.
Por tal motivo, cada día son más los usuarios que reclaman a las compañías encargadas mayor seguridad en el procesamiento de sus datos personales.
Incluso las redes más monitoreadas pueden verse afectadas por distintos problemas relacionados, como hackeos y filtraciones de información. Datos como el nombre completo, lugar de residencia, número de teléfono o conocidos de la víctima pueden derivar en estafas o secuestros virtuales.
Así le paso a la red Facebook, en donde se filtraron los datos de más de 500 millones de usuarios y LinkedIn, donde los afectados fueron 756 millones de personas. Lo mismo le paso recientemente a Ualá, que sufrió un ciberataque que termino con un robo en las cuentas de 68 usuarios. Esta, si bien no es una red social, ejemplifica lo peligroso que puede ser la falta de confidencialidad y privacidad en la red.
El pedido por mayor seguridad se impulsó aún más hace unos meses, tras dicha serie de sucesos. Esto generó dudas en los usuarios a la hora de utilizar sus redes sociales, por las consecuencias que esto pudiera tener en su privacidad. Estas fallas en la configuración y protección de la intimidad son cada vez más frecuentes y hacen que la gente cuestione los protocolos vigentes.
A su vez, las redes sociales, al ser por lo general gratuitas -exceptuando cualquier consumo aparte que pueda ejercer el usuario motivado por esta- suelen buscar otras maneras de financiar su funcionamiento.
Esto lo logran a través de anuncios publicitarios de compañías. Las compañías, a cambio de publicitarse en la red, determinado monto a las empresas que monopolizan la social media, la cual les permite mayor visibilidad.
¿Cómo funciona el algoritmo de las redes sociales?
Redes como Instagram o Twitter registran datos como el sexo, los intereses, opiniones expresadas, personas cercanas, etc. Así, acumulan grandes cantidades de información, la procesan y en base a ella brindan datos precisos a las empresas interesadas.
Esto además, con el objetivo de brindar al usuario una publicidad más acorde a sus intereses personales. Aunque claramente sin el consentimiento previo del usuario, que muchas veces postea parte de sus datos personales sin saberlo y sin dilucidar las consecuencias.
Por eso, la concesión de información, es en muchos casos, involuntaria. Se puede filtrar en la web por medio de fotos compartidas, ubicaciones, estados, etc. También por búsquedas realizadas. Así, el algoritmo de la red, obtiene indicios de los gustos del consumidor, y le ofrece publicidad relacionada, a costa de su actividad en línea.
Si el usuario, por ejemplo, postea fotos de deportes o da like a elementos relacionados a ellos, el algoritmo de la red incorpora ese dato y le ofrece eso en particular. Si muestra indicios de simpatizar con tal o cual partido político, se le mostrará contenido relacionado. Específicamente, al pensamiento que la red entiende como suyo, pero no necesariamente ajustado a lo objetivo o a lo real. Esto también puede generar en muchos casos desinformación para el usuario.
Una de las mayores ventajas de las redes es también su mayor desventaja. Y es que está abierta para absolutamente todos. De este modo, lo que se publica en las redes está al alcance de distintas personas en cualquier parte del mundo. Sumarle también la exposición de millones de personas por filtración de información o la venta de datos personales a empresas sin el consentimiento del usuario.
Estos acontecimientos hace que nos cuestionemos hasta que punto brindamos o no información a las redes sociales y a las empresas que las gestionan.