¡Buenas tardes a todes, todas, todos y a vos! ¡Buen comienzo de semana! Bienvenides a la última semana del año. Mucho por planificar, mucho por hacer, pero mucho por reflexionar. El “cuerpazo” del verano hace estragos los niveles de aceptación del cuerpo de cada une. Otra vez lidiamos con los cuerpos hegemónicos.
A esta altura del año es común escuchar la palabra “cuerpazo” como sinónimo de cuerpo hegemónico. El término es más amigable, más cercano y “copado”. Pero, ¿qué se esconde detrás de esta palabra? ¿Qué condena social se aplica a todes quienes no pueden tenerlo? ¿Qué tan poderosa puede llegar a ser?
Origen del cuerpazo
Hace un par de años, la cuenta de Twitter de la Real Academia Española (RAE) respondió a diferentes consultas. Entre ellas la correcta utilización de “cuerpazo”: “La forma correcta del aumentativo de «cuerpo» es «cuerpazo»: Tiene un cuerpazo que quita el hipo”.
Sin embargo, en diferentes portales de foros de intercambio como Italki, definen la palabra como adjetivo de “cuerpo grande” o “cuerpo bonito”. Por lo general, se lo asocia a esto último, entendiendo como bonito todo aquello que es socialmente aceptado.
Este mismo concepto es el que adopta la conocida web “The free dictionary”, la cual define “cuerpazo” como “cuerpo sexy” o “cuerpo grande”. Esta es la misma interpretación que adoptan los diferentes medios de comunicación cuando publican imágenes de tal o cual famosa en bikini en pleno verano.
El cuerpazo en verano
Y es que, en pleno calor, donde las prendas de vestir son menos abultadas y el cuerpo está más expuesto, el estereotipo femenino cala hondo. Ese mismo estereotipo que asocia el cuerpazo con una figura delgada, incluso sin manchas ni estrías.
Sin embargo, pese a diferentes medios y marcas que intentan establecer el cuerpazo del verano, hay otras que empiezan a ser más que una referencia para quienes luchamos contra estos estereotipos.
Un ejemplo de esto es la marca de ropa interior Archetype, en cuya cuenta de Instagram se compartió un video alusivo a las críticas hacia los cuerpos. Se titula “Cómo tener un cuerpo de verano”. La actriz es una mujer de cuerpo no hegemónico que disfruta de quitarse la ropa, tomar un trago y disfrutar al sol.
La voz en off indica: “Hoy vamos a ver los pasos para tener un cuerpo de verano. Paso uno: tener un cuerpo. Paso dos: que sea verano. ¿Viste que no era tan difícil? Todes tenemos un cuerpo de verano”.
https://www.instagram.com/reel/CXj02kYF8qi/?utm_source=ig_web_copy_link
La verdadera cuestión: la aceptación
Y es que, pese a que varias campañas busquen establecer que el cuerpo hegemónico no es el único existente, el problema está en la crianza con la que cargamos desde muy jóvenes.
Luego de cargar con un chip tan establecido, la aceptación del propio cuerpo es uno de los pasos más difíciles. Y más aún cuando se cuenta con una serie de dispositivos culturales que siguen difundiendo el cuerpazo del verano como aquel delgado y sin imperfecciones.
A nivel estadístico, la disconformidad con los cuerpos se evaluó en la reciente encuesta de la Asociación de Lucha Contra Bulimia y Anorexia (Aluba). Según los resultados, el 70% de las mujeres argentinas no está conforme con su cuerpo. Mientras que, el 60% de las mujeres del país quieren adelgazar.
Nuestro país se ubica segundo en la tabla a nivel mundial con más casos de trastornos alimenticios. Esto mismo demuestra el nivel de jerarquía que ocupan los cuerpos entre las preocupaciones.
¿Qué hacer para tener un cuerpazo de verano?
Aunque en estas fiestas surja el tema sobre el cuerpazo de Pampita, Wanda y Susana, y aunque las tapas lo exploten con bombos y gatillos, la realidad es otra. Es esa misma que nos toca de cerca, con cuerpos imperfectos, con estrías, manchas y arrugas.
El cuerpo del verano es simplemente un cuerpo en pleno verano. Y el cuerpazo es un término al que le cabe cualquier tipo de deconstrucción. De la misma forma que el estereotipo lo utilizó para condenarnos, podemos usarlo para favorecernos. El cuerpazo es el natural. El tuyo, el mío y el de todes les demás.
Es tiempo de repensar, incluso las palabras que usamos para comunicarnos. Y, de la misma forma, es tiempo de disfrutar. Sin juzgar ni reprochar. El cuerpo es de cada une.
Dejamos buenas ideas para pensar en la semana. Para la próxima, prometemos más.
¡Gracias por haber llegado hasta acá! Sé que tu tiempo es importante.
Que tengas una semana diversa, de género feliz y de amor genuino por dar y recibir. Te mando un abrazo.