Mientras el gobierno de Javier Milei atraviesa su momento de mayor aceptación, crece el número de fabricantes locales que evalúan modificar su modelo de negocio para realizar importaciones de mercadería. Con una Argentina encarecida en dólares, un consumo en declive y sin mejoras significativas en la competitividad, los sectores industriales enfrentan un panorama complejo.
La reciente apertura de importaciones está afectando a diversas industrias, que consideran abandonar la producción nacional para optar por bienes del exterior. Tras el desplome del primer trimestre, ya se habla de una “segunda ola” de cierres de fábricas. Desde la Unión Industrial Argentina (UIA) expresaron su preocupación, alertando sobre la posible destrucción de empleos y la inutilización de inversiones realizadas recientemente.
Luego de un período de bajo perfil, la UIA manifestó críticas hacia las últimas medidas oficiales: “Si hay fenómenos de apertura irracional e indiscriminada, vamos a ir señalándolos. Nos preocupa la llegada de una ola importadora, y hay que atajar rápidamente el aspecto tributario”, afirmó Daniel Funes de Rioja, presidente de la entidad.
Uno de los puntos más controversiales fue la decisión de flexibilizar las condiciones para compras al exterior mediante servicios de courier. El límite máximo pasó de u$s1.000 a u$s3.000, y los primeros u$s400 quedaron exentos de aranceles.
Estas medidas se suman a otras acciones del gobierno de Milei, como la eliminación de licencias no automáticas, la supresión de los valores criterio de la Aduana y la reducción de aranceles en numerosos productos. Todo esto ocurre en un contexto de apreciación cambiaria y contracción del consumo, lo que agrava aún más la situación para la industria local.
La situación se extiende a otros sectores: textil, indumentaria, metalúrgico, alimentos, electrodomésticos. Este último sector registra un crecimiento de las importaciones sin precedentes. Un dato ilustra la situación: el año pasado se importaban heladeras a un ritmo de 3.000 unidades por mes, ahora llegan al país unas 30.000 mensuales.