
El economista Darío Epstein, asesor del candidato presidencial de LLA, Javier Milei, explicó que una eventual dolarización a mediano plazo “tiene cosas buenas y cosas malas”, como una mayor vulnerabilidad frente a shocks externos.
“En 1994, con el régimen de tipo de convertibilidad, tuvimos el impacto del Tequila con una corrida feroz y una consolidación del sistema bancario. Claramente, no se puede ir a una dolarización sin contemplar al sistema bancario”, señaló Epstein. En ese marco, señaló no saber si “hay que esperar a que la moneda sea creíble o ir a una dolarización”.
“Con una dolarización ganas algunas cosas, sobre todo, no permitir emitir a los políticos de turno; y tenés algunas contras. Con un shock externo tenés más dificultad de respuesta. Es una decisión. Tiene cosas buenas y cosas malas”, afirmó el especialista. Por otro lado, explicó que el principal punto del programa de Milei se centra en bajar el gasto público, y rechazó la idea de un Plan Bonex.
“Mucha gente habla de un plan Bonex o de una probable hiperinflación, pero nosotros no queremos que pase eso porque con el Bonex afectamos al pequeño ahorrista y al ahorro en general, y la hiperinflación es la forma de ajuste más perversa porque afecta a la gente con menos recursos”, señalo Epstein. Sobre este último punto, agregó: “Cuando muchos dicen que es mejor que la híper se produzca en el gobierno actual, no estoy de acuerdo. Es mejor que no le pase a nadie. Hay que pensar en el país y no egoístamente”.
“Si se limpian las Leliq es mucho más fácil pensar en ordenar, primero el comercio exterior y segundo el cepo, que son restricciones a la actividad. Para llegar a ese orden, el país necesita orden en todo lo que fue emisión descontrolada y emisión reprimida que está en las Leliq”, sostuvo. Respecto del tipo de cambio, señaló que tiene que ser “lógico y no retrasado a propósito. El fin es que desaparezca el incentivo de importar o de no exportar, o muchas picardías que se hacen como sobrefacturar las importaciones”.
Por otro lado, consideró “urgente” bajar el gasto en general y el fiscal en particular. Sería “el primer ancla” al no tener “credibilidad ni reservas”. “Urge llevar el déficit a cero y si podemos tener superávit mejor. De entrada, hay que focalizarse con una reforma del Estado y una reducción del gasto porque si no se complica el camino más adelante”, manifestó el asesor económico de Milei.
“Fui a la escuela pública y la universidad pública, y la educación y la salud eran de buena calidad y gratuita, con 25% del gasto sobre el PBI. Para ser un país normal, no podemos tener 40% porque no tenemos forma de financiarlo y Argentina no tiene la espalda”, añadió.
Epstein reconoció que “una gran cantidad del gasto no es nacional, sino provincial o municipal”. En esos sectores no hay “capacidad de actuar”, tras lo que indicó que el Estado “dejará de hacer el gasto de obra pública” yendo a una iniciativa de “obra pública con iniciativa privada”. Epstein también subrayó la necesidad de terminar con las jubilaciones de privilegio, “privatizar todo lo que se pueda”.
Fuente: Télam
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