La ministra de Salud Carla Vizzotti informó este miércoles la aprobación de los esquemas heterólogos de vacunación contra el Coronavirus. La autorización del gobierno para combinar fórmulas de distintos fabricantes llega en el momento justo, ante las críticas de amplios sectores de la oposición por la falta de segundas dosis de Sputnik V. La decisión tiene gran relevancia sanitaria porque beneficiará a más de dos millones de argentinos parcialmente inmunizados. Pero, a la vez, posee una enorme implicancia política, en plena campaña electoral y con todas las fichas del oficialismo puestas en la gestión de la pandemia. campaña vacunación
Campaña de vacunación; vacunación en campaña. Como dos caras de una misma moneda, el gobierno lleva varias semanas poniendo sus energías en sortear todos los obstáculos con los que su caballo de batalla pueda toparse. El oficialismo confeccionó las listas para las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) con ello en mente. No por nada uno de los líderes de la boleta bonaerense es Daniel Gollán, quien fuera ministro de Salud provincial hasta hace pocos días. Ahora que la gestión de la pandemia cobra más relevancia política que nunca, los logros sanitarios del gobierno pesan el doble; los tropiezos, también.
La vacunación, el principal caballo de batalla campaña vacunación
La combinación de vacunas permitirá que alrededor de 2,5 millones de argentinos que recibieron la Sputnik V completen sus esquemas, muchos iniciados hace más de 90 días (cifras del sitio Chequeado a fines de julio). La decisión responde a las fuertes críticas que realizó la oposición al gobierno durante meses respecto a la baja cantidad de segundas dosis aplicadas. Ahora que el oficialismo lo logró resolver, el lema es el que proclamó la ministra Vizzotti: “Agosto es el mes de las segundas dosis”.
Ese es solo uno de los muchos obstáculos que aparecieron en el camino del caballo de batalla del oficialismo. Quizá el mejor ejemplo del cruce entre vacunación y campaña sucedió este miércoles, cuando recibió la dosis pediátrica el primer adolescente de Buenos Aires. En la Provincia, el hito no lo festejó ni el gobernador Axel Kicillof ni el ministro de Salud Nicolás Kreplak. El tweet consagratorio provino del precandidato a diputado Daniel Gollán – nada menos. Es evidente que el hecho trascendió de mero avance del plan de vacunación a un verdadero logro de campaña.
Y antes de la vacunación pediátrica, el gobierno respondió al reclamo acerca de la Ley de Vacunas con su modificación. A ello siguió la consecuente firma con los fabricantes Pfizer, tras extensas negociaciones sin llegar a buen puerto, y Moderna. Entonces también se amplió el plan para integrar a los jóvenes sin comorbilidades; grupo etario que, según afirmaba la oposición, quedaría postergado todavía.
Al día viernes, los resultados muestran que el 56,4% de la población recibió al menos una dosis. Por ahora, “solo” el 17,4% de los argentinos cuenta con ambas. El objetivo del gobierno es seguir afilando su arma preferida, la gestión de la pandemia. Su éxito o fracaso marcará a fuego la campaña y las elecciones.
Vacunación heteróloga y la experiencia internacional campaña vacunación
Numerosos gobiernos han habilitado la vacunación heteróloga en sus territorios de manera de aumentar la inmunidad conseguida o prolongarla en el tiempo. En Sudamérica destacan las experiencias de Uruguay y Chile, donde se aprobó la utilización de dosis de Pfizer y, en el caso oriental, también de AstraZeneca, para complementar con una tercera aplicación los esquemas dobles con más antigüedad.
Además, la experiencia internacional incluye a países como Alemania, Reino Unido, Canadá y Corea del Sur. A modo de ejemplo, cabe mencionar el caso de la canciller alemana Angela Merkel. Tras autorizar las combinaciones entre vacunas de distintos fabricantes en su país, la mandataria “puso el hombro” ella misma para envalentonar a su población. Recibió una dosis de AstraZeneca y otra de Moderna. La Argentina forma parte ahora de esa lista de países heterólogos.
En los esquemas cruzados se reemplazará el segundo componente de la Sputnik V con dosis de Moderna o de AstraZeneca. La combinación es opcional y voluntaria, así que será decisión de cada persona si alternar proveedores o esperar el refuerzo ruso. Asimismo, se aprobó la aplicación de la vacuna de Moderna para completar esquemas iniciados con AstraZeneca. Aún no se utilizará Sinopharm para las combinaciones: los resultados del inmunizante chino “no son concluyentes”, afirmó el ministro de Salud porteño Fernán Quirós.
El objetivo es llegar a septiembre “con, al menos, el 60% de los mayores de 50 años con el esquema completo”, explicó Vizzotti. Para ello se priorizarán los casos en los que más tiempo haya transcurrido desde la primera aplicación. Y primero se vacunarán quienes integran grupos de riesgo, ya sea por edad avanzada o por poseer enfermedades preexistentes. Para la ministra, la inmunización “va a dar tranquilidad” frente al “riesgo potencial que genera una circulación predominante de la variante Delta”.
El mes de las segundas dosis
La provisión de dosis deberá maximizarse en agosto si el objetivo es completar la vacunación del 60% de los mayores de 50 años. Según Vizzotti, “se necesitan 2,3 millones de dosis” para alcanzar el mínimo que el gobierno se impuso. Pero “ese número ya está asegurado, ya sea con dosis de AstraZeneca, Sputnik o Moderna y el esquema homólogo de Sinopharm”, manifestó la funcionaria. Agregó que la cartera tiene “la aspiración de superar esa marca”.
Por otro lado, están en camino las segundas dosis de Sputnik V, para que las reciban aquellas personas que opten por no cruzar fabricantes. El laboratorio Richmond, productor argentino de la vacuna, anunció el martes que este mes entregará más de 3 millones de ejemplares del segundo componente. Sobre ello, Vizzotti adelantó que el primer millón estará disponible “para liberación la semana que viene”
Además, recientemente se destrabó un fuerte impasse en la relación entre el gobierno argentino y el Fondo Soberano de Inversión Ruso, encargado de financiar la producción de la Sputnik V en aquel país. La crisis se hizo pública por una carta que envió la asesora presidencial Cecilia Nicolini en reclamo por la demora en entregar segundas dosis. Tras el pedido, Rusia anunció que este mes resolverá por completo los retrasos en la provisión de sus vacunas.
Todos estos puntos afilan el plan de vacunación, que se volvió de primera importancia en la campaña electoral del oficialismo. Faltan exactamente 100 días para las generales, y solo 37 para las PASO. Pareciera ser tiempo suficiente para que el gobierno cumpla con sus expectativas, que en campaña valen y pesan el doble. De su éxito depende que la gestión de la pandemia no se vuelva un arma de doble filo.
#PolíticaDeManual: La columna de Manuel Román
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