
Cuatro provincias argentinas celebraron ayer elecciones legislativas y el dato que marcó la jornada fue la baja participación y los malos resultados para el Partido Justicialista. Las provincias que renovaron bancas fueron Salta, Jujuy, Chaco y San Luis. En todas ellas, el PJ sufrió importantes retrocesos en las urnas.
En Salta y Jujuy, las listas peronistas quedaron en el tercer lugar. Luego en Chaco y San Luis, el resultado fue algo mejor, pero igualmente adverso. En la primera, el peronismo fue superado por más de 10 puntos. En la segunda, la diferencia fue de más de 20 puntos.
Desde la provincia de Buenos Aires, el gobierno de Axel Kicillof reaccionó con cautela pero sin ocultar su preocupación. En conferencia de prensa, el ministro de Gobierno, Carlos Bianco, afirmó: “No ha sido un día feliz para el peronismo”. Luego agregó: “No han sido buenos los resultados, no tengo mucho más para decir”.
El oficialismo bonaerense evitó responsabilizar a las conducciones partidarias de cada provincia. Sobre esto, Bianco señaló: “He visto algunas notas en donde se culpaba a las intervenciones, pero realmente no lo sé”. Y añadió: “Con todos los problemas que tenemos en el peronismo bonaerense mirá si me voy a andar metiendo en las otras provincias“.
El dato que más llamó la atención fue la baja participación ciudadana. En ningún caso el porcentaje superó el 65% del padrón. Esa tendencia enciende una alarma de cara a futuras elecciones.
El primer domingo electoral del año dejó un mensaje claro: al PJ le espera un camino cuesta arriba y con electores cada vez más esquivos.