Mientras transcurría la sesión que le otorgó ayer por la noche media sanción a la boleta única de papel en la cámara de Diputados, la legisladora nacional Brenda Vargas Matyi anticipaba su voto negativo a la iniciativa opositora: “No es un problema que presenta la ciudadanía. Hoy la realidad llama a debatir proyectos reales”. En diálogo con Desde Matanza, la referente matancera remarcaba: “Esta propuesta tiene una intención clara: que haya menor participación en las elecciones próximas”.
El proyecto en discusión, impulsado por Juntos por el Cambio en alianza con otras fuerzas opositoras, plantea sustituir la boleta tradicional por una ficha única que incluya todas las ofertas para cada categoría nacional, inspirada en un modelo utilizado en Córdoba. Según sus promotores, el sistema permitiría agilizar la logística en los establecimientos electorales, ahorrar en papel y evitar negocios por la impresión de boletas.
Este miércoles, Juntos por el Cambio consiguió, en acuerdo con otras fuerzas, reunir los 132 votos favorables que anoche confirmaron la media sanción. El rechazo de 104 diputados del Frente de Todos, referenciado en el presidente Alberto Fernández, no fue suficiente para trabar la iniciativa, que pasará al Senado. “Se nos impuso un proyecto que nada tiene que ver con las necesidades y problemáticas de los argentinos y las argentinas”, comentó al respecto Vargas Matyi.
La exsecretaria de Juventud de la intendencia de Fernando Espinoza compartió los argumentos esgrimidos por sus compañeros de bancada en la cámara baja, que votaron en conjunto por la negativa. “Este es un debate apresurado, nos obligaron a tener dictamen sobre el tema. Pero acá no hay que buscarle solución a ningún problema: el sistema de boleta partidaria funciona, no tiene ninguna acusación judicial. ¿Cuál es la necesidad de que esto se implemente de inmediato para las próximas elecciones?”, consideró la diputada.

Para el oficialismo, la aprobación de la propuesta solo traería una baja en la participación electoral. “Tomemos un escenario hipotético: la ley sale pasado mañana en el Senado. De acá a 2023 tendríamos que informar y educar a 13 millones de electores en Buenos Aires sobre cómo serán las votaciones próximas; con dos urnas y dos sistemas electorales, porque en la provincia no tenemos boleta única. Realmente no es factible que pueda suceder en el corto plazo”, explicó la referente matancera.
De promulgarse la iniciativa, el nuevo sistema “generaría grandes confusiones, porque las elecciones de 2023 no son solo presidenciales”. De hecho, la boleta única de papel debería integrarse a un modelo en conjunto con las candidaturas locales, no consideradas en el proyecto actual. “Si la propuesta hubiera sido a largo plazo, con vistas a una elección legislativa, para luego ver qué posibilidades hay de seguir implementándola, sería otra discusión”, mencionó Vargas Matyi.
“Si nos ponemos a ver los números, en las elecciones del año pasado tuvimos casi un 28% de ausencia. A su vez, la boleta única de papel que se utilizó en Córdoba registró un 20% de votos en blanco. Sumando las ausencias más los votos en blanco por incapacidad de utilización de la boleta, estamos llegando casi a un 50% menos de electores”, advirtió la legisladora. Y sostuvo: “El apuro es excluir a la mayor cantidad de electores posibles de las elecciones de 2023”.
En palabras de la diputada, “la oposición ha excluido a las clases más vulnerables, a los trabajadores, a las mujeres y a los jóvenes”. Con este proyecto, “eso es lo que buscan de vuelta: excluir. Creen que un pobre o un sector vulnerable no puede elegir, no puede pensar, no puede tener representantes. La oposición busca establecer un voto calificado”.
Además, otro de los reclamos del oficialismo en la fecha fue el tratamiento de diversas iniciativas que consideraban de similar o mayor importancia. “Queremos poder trabajar de inmediato el proyecto de renta inesperada. También está el monotributo productivo, el Compre argentino, la promoción de nanotecnología…”, enumeró Brenda Vargas Matyi, al tiempo que avisó: “Espero que se tomen el tiempo de debatirlo rápidamente como lo han hecho con la boleta única”.
En este sentido, la legisladora destacó la relevancia de proyectos como el de la renta inesperada, que plantea gravar a las empresas de mayores ingresos con un tributo extraordinario vía el impuesto a las ganancias. La propuesta entró a Diputados esta semana. Asimismo, “ya se está trabajando en comisiones el proyecto de los fondos para el pago de la deuda -o de los ‘dólares fugados’”, que llega a la cámara baja tras obtener media sanción en el Senado.
Pese a la unidad oficialista, el pronóstico ya era alentador para Juntos por el Cambio: gracias a la alianza de fuerzas, la oposición es mayoría en Diputados y pudo superar el tratamiento sin mayores obstáculos. Ahora vendrá la cámara alta, donde los números favorecen al oficialismo. “Es muy probable que estén buscando que el proyecto vaya al Senado, y que ahí se dé definitivamente una negativa. La oposición tiene una obsesión casi patológica para con [la vicepresidenta] Cristina Kirchner”, observó al respecto la exfuncionaria matancera.
En el marco de la sesión maratónica de este miércoles, lejos de acompañar la propuesta opositora, la legisladora destacó otras prioridades: “Hoy tenemos la necesidad de buscarle la vuelta a que el trabajador y la trabajadora puedan tener un salario real”. Vargas Matyi concluyó: “Vamos a seguir defendiendo la unidad con Alberto Fernández y Cristina Kirchner. Estamos acá para cambiar la realidad, no para cambiar el instrumento de votación”.
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