La argentina que se convirtió en Reina Consorte está de festejo. A comienzos del 2021 se cumplio el octavo aniversario de su coronación.
En 1995, a los 24 años, Máxima vivió en Nueva York y obtuvo trabajos en grandes empresas como Credit Suisse, HSBC y Deutsche Bank, su último puesto en Manhattan. Pasó un tiempo sin empleo y fue allí que su amiga Cyntia Kaufmann le presentó al príncipe Guillermo Alejandro en 1999.
La cita que tuvo en una feria de Sevilla con el príncipe fue el punto de partida para su cuento de hadas. Un año después se mudaron a Bruselas y en 2002 contrajeron matrimonio en Amsterdam, en el cual no estuvo presente su padre porque el congreso de los Países Bajos recordó su pasado como funcionario en la última dictadura militar, y se fueron a vivir a La Haya.
A partir de entonces recibió su título oficial como princesa de Orange-Nassau y Señora de Amsberg. Junto a Guillermo tuvieron tres hijas, las princesas Amalia, Alexia y Ariane. Por ser consorte del Rey Guillermo, la reina Máxima se dedica a ayudar al Jefe de Estado lo mismo que hace en las funciones sociales de su esposo, tanto dentro como fuera del país, en calidad de representante de la Casa Real para ocasiones oficiales en todos los sectores de la sociedad.
Hasta pequeñas y grandes iniciativas musicales fruto de la campaña “Más música en el aula”, de la cual fue la principal promotora, formaron parte del programa de la cumpleañera, que se vinculan al objetivo que amadrinó de lograr una educación musical aún más sostenible y estructural para los 1,4 millones de niños de primaria en los Países Bajos y el Caribe.
Hoy por su cumpleaños número 50, es tapa de la famosa revista Vogue. La presentaron como “una oda a la Reina que ha dejado su huella como un ícono de estilo radiante”. Allí afirman que Máxima tiene una presencia que asegura que todas las miradas estén inmediatamente sobre ella, donde quiera que entre. Además, definen a esta argentina que fue coronada Reina consorte de los Países Bajos en abril de 2013, como “la reina de los sueños”.
