Milei endurece su discurso en la Derecha Fest y lanza fuertes críticas contra Villarruel

Luego del cierre de listas en la provincia de Buenos Aires, que dejó fuera a sectores ligados a su asesor Santiago Caputo, el presidente Javier Milei participó del evento “Derecha Fest” y profundizó su línea confrontativa, ante un público afín, el mandatario cargó duramente contra su vicepresidenta, Victoria Villarruel, a quien calificó como “una bruta traidora” desde el escenario. La frase desató una ola de insultos contra la funcionaria desde las gradas, en un clima de fervor partidario y discurso encendido.

El acto reunió a diversas figuras del universo libertario y de la derecha dura. Milei se mostró efusivo con Daniel Parisini, conocido en las redes como “el Gordo Dan”, a quien saludó públicamente y presentó como “el coloso que los asusta desde el streaming”. El streamer forma parte de una de las ramas libertarias que conserva influencia entre sectores juveniles y militantes digitales.

La actividad se dio en el contexto de una interna creciente dentro del oficialismo, marcada por tensiones con sectores que antes eran aliados. La exclusión de los armados de Caputo del esquema electoral bonaerense evidenció un cambio de prioridades en el espacio libertario, que ahora parece alinearse con referentes más cercanos al ala confrontativa del Gobierno.

La jornada, sin embargo, no se limitó al escenario. Afuera del evento, se concentró una manifestación opositora bajo el nombre “Pueblada Fest”, que reunió a diversas agrupaciones sociales, políticas y culturales críticas del rumbo del Gobierno. Con carteles, música y consignas, los manifestantes cuestionaron lo que definieron como una “avanzada autoritaria” por parte del oficialismo.

Censura y llamados a la confrontación: el avance de la batalla cultural

Durante el evento, también se produjo un episodio que generó repudio entre sectores periodísticos. Una periodista del diario Página/12, acreditada en la Casa Rosada y que había adquirido su entrada al festival, fue expulsada del predio sin mayores explicaciones. Desde el medio confirmaron que la profesional se encontraba cumpliendo tareas de cobertura y cuestionaron la actitud de los organizadores, que impidieron el ejercicio libre del periodismo.

En su discurso, Milei justificó su posicionamiento ideológico en el marco de lo que denomina una “batalla cultural”. Aseguró: “La historia ha dado repetidas muestras de que quien se impone en la cultura termina prevaleciendo en la arena política”. Con esta frase, buscó legitimar la ofensiva discursiva del Gobierno contra diversos actores sociales, institucionales y mediáticos que no se alinean con su visión del país.

Antes que él, uno de los oradores principales fue Nicolás Márquez, abogado y escritor que impulsa la radicalización del discurso oficialista.

Márquez afirmó: “Estamos en guerra. No crean que estamos en una democracia noruega. Son enemigos (…) ¿Y qué tenemos que hacer con nuestros enemigos? No se puede dialogar. Hay que exterminarlos política, cultural e ideológicamente”. Sus palabras despertaron aplausos entre los presentes y refuerzan una narrativa que aleja al oficialismo de cualquier propuesta de consenso o diálogo institucional.

El tono bélico del evento no pasó desapercibido en el escenario político. Analistas y referentes opositores señalaron que este tipo de mensajes promueven un clima de polarización extrema, en medio de una coyuntura económica y social crítica. Las declaraciones, tanto de Milei como de Márquez, se interpretaron como una señal de que el Gobierno seguirá profundizando su estrategia de confrontación y disciplinamiento hacia adentro y hacia afuera de su espacio.

La “Derecha Fest” funcionó así como una postal del momento político que atraviesa la administración Milei, marcada por rupturas internas, consolidación de una línea dura y una ofensiva comunicacional orientada a consolidar poder en el plano simbólico.

Escrito por Desde Matanza

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