
En su mensaje de despedida, el Presidente Javier Milei minimizó los agravios al Papa y habló de “diferencias menores” y su vuelo a Roma para acudir al funeral está previsto para el miércoles y la delegación oficial será acotada. Se decretó un duelo nacional de siete días.
El presidente Javier Milei tiene previsto partir el jueves a las 22 hacia la Ciudad del Vaticano, donde participará de la Misa exequial del papa Francisco, que se celebrará a las 10 de la mañana (hora local) en el atrio de la Basílica de San Pedro. La delegación que lo acompañará será reducida, integrada por solo seis funcionarios, en línea con la decisión de realizar un viaje austero.
Entre quienes lo acompañarán se encuentran la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei; el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; el canciller Gerardo Werthein; la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello; la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich; y el vocero presidencial, Manuel Adorni. También se sumarán los equipos de protocolo y seguridad.
“Es una cuestión de sentido común. Antes viajaban 200, 100 o 50 funcionarios. Todo esto será preservando el respeto de quien fue el argentino más importante de la historia”, explicó Nahuel Sotelo, secretario de Culto y Civilización de la Nación, en diálogo con Infobae. Sotelo es el principal enlace entre el Vaticano y el Gobierno nacional.
Él será el encargado de recibir a los funcionarios en Roma. Viajará este mismo lunes para preparar la agenda de la delegación. Antes, tiene previsto participar del homenaje al papa Francisco organizado por la Conferencia Episcopal Argentina en la Catedral Metropolitana, programado para las 16.
Sotelo planea permanecer en Europa por tiempo indefinido. Incluso evalúa quedarse hasta que se defina quién sucederá a Francisco, un proceso que podría extenderse por semanas o incluso meses.
Una ausencia notoria en la delegación es la de la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien no fue incluida en el grupo oficial. Desde su entorno no confirmaron si viajará por cuenta propia o si permanecerá en el país. Ayer se la vio sola en la misa en la Basílica de San José de Flores. A la salida, fue abucheada por un grupo de personas, situación que fue repudiada por el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva.
En paralelo, se espera que otras autoridades del Poder Legislativo y del Poder Judicial viajen por su cuenta. El jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, tiene programado salir este viernes al mediodía en un vuelo de ITA Airways, con llegada prevista para pocas horas antes de la ceremonia. Desde su entorno, no confirmaron si tendrá otras actividades en agenda.
Aunque desde Presidencia no se brindaron mayores detalles sobre el cronograma oficial, el funeral será también una oportunidad para que Milei mantenga contacto con otros líderes internacionales. Se espera la presencia de mandatarios como Donald Trump (Estados Unidos), Giorgia Meloni (Italia) y Emmanuel Macron (Francia), con quienes el presidente argentino mantiene vínculos.
También asistirán a la ceremonia los máximos referentes de la Unión Europea: Ursula von der Leyen (Comisión Europea), Roberta Metsola (Parlamento Europeo) y António Costa (Consejo Europeo).
“Melania y yo iremos al funeral del papa Francisco, en Roma. ¡Esperamos estar allí!”, escribió Trump en su red Truth Social. Tras conocerse la noticia del fallecimiento, ordenó que las banderas de todas las dependencias federales, embajadas y buques militares estadounidenses ondeen a media asta hasta el entierro.
El funeral estará presidido por el cardenal Giovanni Battista Re, Decano del Colegio Cardenalicio, y representa el momento culminante de los rituales funerarios papales. Durante la misa se realizarán oraciones y cantos litúrgicos que buscan encomendar el alma del pontífice a Dios y rogar por su descanso eterno. No será solo una despedida, sino también una instancia para recordar su legado y su influencia en la comunidad católica mundial.
El ritual incluye momentos cargados de simbolismo como la Última Commendatio y la Valedictio: la primera consiste en una oración final pidiendo que el alma del papa sea recibida en la comunión de los santos, y la segunda marca el último adiós antes de la sepultura.
Una vez concluida la ceremonia, el féretro será trasladado desde la Basílica de San Pedro hasta la Basílica de Santa María la Mayor, donde descansarán los restos del papa Francisco, cumpliendo así su voluntad.
La misa del sábado dará inicio a los “Novendiales”, una serie de nueve días consecutivos de misas y oraciones por el alma del pontífice. Esta tradición ancestral busca honrar al papa fallecido y preparar espiritualmente a los fieles para la elección de su sucesor en el próximo cónclave.