"Creo que lo que más me gusta es viajar, para descansar." (Santiago, vigilante de la Panadería Ramos Mejía) 

Escrito por: Rocío Cabrera | Publicado: 29 de Diciembre de 2020

Panadería Ramos Mejía

A Santiago lo conocen casi todas las personas que viven en Ramos Mejía. No por su nombre, sino por su labor. Llueva o truene está parado en la puerta de la panadería homónima de la localidad, ubicada en la Av. San Martín. Panadería Ramos Mejía

Un día a la semana descansa, aunque en tiempos festivos se lo ve todos los días. Él vino de Misiones hace algunos años. Con el fruto de su trabajo mantiene a su familia, que está orgullosa del puesto de trabajo que consiguió Santiago. Él también se siente feliz de estar allí. Incluso cuando sabe que estar parado de sol a sol en la puerta de la Panadería Ramos Mejía, implica nada más y nada menos que exponerse a posibles ataques de delincuentes. Panadería Ramos Mejía

¿Por qué una panadería tiene personal de seguridad?

Los vecinos del barrio conocen de los robos que hubo a la panadería. Ramos Mejía se caracteriza por ser una localidad con una gran oferta gastronómica, un centro comercial con mucha variedad de locales y precios de todo tipo. Por eso, la gran concurrencia de personas es habitual. La inseguridad creciente de los últimos años hizo que muchos lugares tuvieran que tomar medidas para proteger a sus empleados y su capital económico. Este local, no es la excepción.

La Avenida San Martín es el camino seguro para todos los que van para el centro de la ciudad, por lo cual es una de las mejores calles para abrir un negocio. Esta información no es confidencial, ya que es de público conocimiento también para los delincuentes que atacan en la zona. Por eso, Santiago fue contratado por los dueños de la panadería para ayudar a proteger a las personas que allí trabajan y a los vecinos que pasan constantemente.

El vigilante de las facturas Panadería Ramos Mejía

¿Podría decirse que Santiago es el vigilante de las facturas? Probablemente suelte una sonrisa tímida si alguien lo llama de esa manera. Tiene sentido del humor, aunque es respetuoso con todos los que se acercan. Durante el día saluda a un sin fin de personas que habitualmente pasan caminando por allí. Incluso hay abuelos que pasan a contarle qué es de su vida o qué pasa en el barrio.

De todas maneras, aunque muchos vecinos le dan charla, él se mantiene dentro de su postura de guardián. Teme perder el trabajo que tanto bien hace a su familia, por lo cual sus contestaciones suelen ser educadas pero breves. El momento en el que descansa es cuando viaja, le gusta ir con su familia para Misiones. Cuando habla de esa provincia calurosa se le nota un gajo de melancolía, ya que de vez en cuando extraña ese sitio que tiene un poco de paraíso en sus recorridos turísticos.

Escrito por Rocío Cabrera

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