
La mujer, que adoptó el nombre de “Sofía” en su cambio de identidad, era originaria de la villa Zavaleta y se habría mudado al oeste del conurbano bonaerense para evitar ser víctima de una represalia vinculada al narcotráfico. Pesaban sobre ella condenas por homicidio, tráfico de estupefacientes y portación ilegal de arma de fuego.
El crimen tuvo lugar el último domingo, cuando la policía se dirigió a un terreno ubicado en la calle Newton al 900, entre Cárcano y Espejo, en una zona vulnerable de la ciudad con calles sin pavimentar. Vecinos del lugar comentaron que, poco antes, escucharon detonaciones y vieron a un hombre escapando con un arma en mano.
Estaba tendida de espaldas dentro de la primera casa del terreno, donde funcionaban varias unidades de alquiler. En el lugar se hallaron múltiples vainas servidas, tanto dentro como fuera de la vivienda. La mujer no respondió a los intentos de comunicación.
Investigadores informaron que los disparos fueron realizados desde el exterior de la vivienda y que seis de ellos alcanzaron a la víctima. El principal sospechoso del asesinato es J.R., un ciudadano paraguayo que podría haber tenido una relación sentimental con ella, aunque esa conexión aún no fue confirmada. Actualmente, tiene una orden de detención activa y se encuentra prófugo.
Las fuentes confirmaron que la fallecida contaba con antecedentes penales por delitos relacionados con drogas, posesión ilegal de armas y homicidio, causas por las que ya había recibido condenas. La posibilidad de un robo quedó descartada, y aunque se investiga como un ajuste de cuentas, no se descarta completamente la hipótesis de un femicidio.
Según la reconstrucción del caso, Cháves residía previamente en la villa Zavaleta, en la Ciudad de Buenos Aires, y en febrero se trasladó a Virrey del Pino, utilizando el alias “Sofía” para mantenerse oculta. Testimonios de vecinos indican que era visitada por distintos hombres y que, el día del asesinato, recibió la visita de uno de ellos, quien ya fue identificado.
En la escena se incautaron cinco vainas fuera de la casa, doce en el interior, y una suma de un millón de pesos en efectivo. Se presume que el atacante disparó desde la ventana, introduciendo la mano armada y vaciando el cargador sobre la víctima. El Grupo Táctico Operativo (GTO) continúa con la investigación.
En paralelo, otro homicidio sacudió recientemente al conurbano bonaerense, también vinculado a un presunto ajuste de cuentas. Ocurrió en Ingeniero Budge durante la madrugada del sábado. Esto cuando Dylan Cortez (26) fue atacado en la esquina de Lavardén y Ayolas, en el partido de Lomas de Zamora.
De acuerdo con fuentes judiciales citadas por Diario Conurbano, un auto pasó por esa intersección y desde su interior dispararon contra Cortez. Se sospecha que en el vehículo se movilizaban dos personas. Uno de los proyectiles impactó en el abdomen del joven, quien fue trasladado de urgencia al Hospital Dr. Oscar Alende. Donde falleció poco después de ingresar.
Gracias a las cámaras de seguridad y testimonios recabados, se logró identificar a uno de los presuntos agresores. El sospechoso es menor de edad, y se desplegó un operativo para localizarlo.
Horas más tarde, la casa del fallecido fue allanada en el marco de una causa paralela por abuso de armas. Este contexto refuerza la teoría de los investigadores de que se trató de una venganza relacionada con el narcotráfico en la zona, próxima al ex Campo Tongui.
La causa está a cargo de la fiscal Carla Furingo, de la UFI 1 de Lomas de Zamora.