Las empresas de colectivos que operan en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) informaron al Gobierno nacional que abonarán los salarios de noviembre en tramos y el medio aguinaldo en seis cuotas, al asegurar que el “sistema está al borde del colapso”. La advertencia llegó mediante una carta formal dirigida al secretario de Transporte, Luis Pierrini, y al secretario de Trabajo, Julio Cordero, firmada por los presidentes de las cinco cámaras empresarias del sector: AAETA, CEAP, CETUBA, CEUTUPBA y CTPBA.
Según expusieron las compañías de transporte automotor, la decisión responde a lo que describen como una “gravísima coyuntura económica, financiera y operativa que atraviesa el sector del transporte automotor de pasajeros en todo el país”. En el documento, los directivos aseguran que actualmente les resulta “imposible sostener en tiempo y forma el pago íntegro y contemporáneo de las obligaciones salariales del personal”, lo que los llevó a comunicar oficialmente su esquema de pagos desdoblados.
La notificación de las empresas se inscribe en un contexto en el que el sistema de transporte del AMBA depende de un esquema de financiamiento complejo, marcado por subsidios, incrementos en los costos operativos y un deterioro general de la ecuación económica del servicio. Dentro de ese marco, las cámaras reiteraron que la situación llegó a un punto crítico que dificulta el cumplimiento de compromisos básicos, como la liquidación de haberes.
En ese escenario, plantearon que la medida de fraccionar los pagos salariales y extender en seis cuotas el abono del aguinaldo es una consecuencia directa de la falta de recursos disponibles.
El planteo fue dirigido simultáneamente a los responsables de Transporte y Trabajo, en línea con la preocupación por el impacto laboral que podría derivarse de esta situación. Aunque las cámaras no mencionan medidas adicionales, la comunicación deja entrever que consideran que el sector necesita una respuesta urgente de las autoridades para evitar un deterioro mayor.
El mensaje empresarial también busca poner en agenda la fragilidad del sistema en su conjunto. Cuando sostienen que el transporte automotor está “al borde del colapso”, apuntan a una problemática que —según afirman— abarca tanto a las operaciones diarias como a la capacidad de sostener la prestación del servicio. En este sentido, la advertencia no sólo describe dificultades internas, sino que se proyecta hacia la continuidad del sistema de movilidad que utilizan millones de pasajeros en el AMBA.
Con esta comunicación formal, las cámaras del transporte intentan reforzar su diagnóstico sobre la situación del sector y presionar por soluciones. Mientras tanto, los trabajadores del transporte aguardan definiciones respecto del cronograma de pagos informado, y los usuarios permanecen expectantes ante un contexto que, según las empresas, podría repercutir en la normalidad del servicio si no se atienden los problemas planteados
