El juicio a los ocho rugbiers acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa comenzó este lunes 2 de enero en el tribunal de la ciudad de Dolores. El proceso constará de 22 jornadas de lunes a viernes y con la participación de 130 testigos, a la espera de una condena de prisión perpetua para los acusados.
La causa caratulada como “homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas” será llevada a cabo a pesar de la feria judicial, por lo que Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Luciano Pertossi, Lucas Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Blas Cinalli y Ayrton Viollaz serán juzgados ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Dolores integrado por los jueces María Claudia Castro, Christian Rabaia y Emiliano Lázzari. Cada acusado enfrenta una situación judicial distinta debido a su rol en la noche del crimen: conocé más.
Durante cada jornada los acusados serán participes en la sala, así como estuvieron en la apertura. Ellos llegaron a juicio con prisión preventiva, siendo trasladados por la madrugada del domingo desde la Alcaidía 3 del penal bonaerense de Melchor Romero hacia la Unidad 6 de Dolores donde serán alojados y trasladados al Palacio de Tribunales de Dolores, durante cada día.
La jornada del martes 3 de enero comenzó a las 9 de la mañana. Está previsto que hable todo el grupo de amigos de Fernando. A su vez, para el miércoles se pautó que sea el turno de Pablo Ventura, uno de los sobreseídos por el caso. El joven de Zárate había sido acusado por el grupo de rugbiers de participar en el crimen, pero más tarde quedó liberado por falta de pruebas.
Luego las demás jornadas, se contará con testimonios de peritos, efectivos policiales, testigos y forenses. Además, para la última de las 13 audiencias de declaraciones, estarán como testigos Juan Pedro Guarino y Alejo Milanesi, los rugbiers originalmente acusados, pero que luego fueron sobreseídos ya que las ruedas de reconocimiento en su contra resultaron negativas, como así también las pericias de los teléfonos celulares y los seguimientos de las cámaras de seguridad.
Asimismo, esta última jornada de testimonios coincidirá con el tercer aniversario del crimen. Incluirá las declaraciones del padre de Benicelli y el de Luciano y Ciro Pertossi. También darán testimonio las madres de Lucas Pertossi, Comelli y Viollaz. Asimismo, declarará un amigo de los imputados señalado por la querella como el “sospechoso número 11”.
En la primera audiencia, los fiscales Juan Manuel Dávila y Gustavo García presentaron ante los jueces los lineamientos de su acusación contra los ocho jóvenes. Se hallan imputados por el delito de “homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas” y “lesiones leves”.
Asimismo, los representantes de los padres de la víctima, Fernando Burlando y Fabián Améndola se explayaron frente a los jueces. Los abogados pidieron cadena perpetua para los acusados. Más tarde, la defensa de los imputados, a cargo de Hugo Tomei solicitó la suspensión del proceso. Esto ya que “se está violando el derecho a la intimidad” y “la presunción de inocencia de los acusados”, según argumentó. Pero la fiscalía lo rechazó: “El planteo de suspensión del debate efectuado por la defensa ya ha sido anulado y lo está reeditando en esta oportunidad”.
Finalizada la presentación de los lineamientos de las partes, los únicos dos testimonios de la primera jornada fueron de los padres de Fernando, Graciela Sosa Osorio y Silvino Báez. Los adultos comentaron cómo era su hijo, cómo se enteraron de la noticia y qué reacción tuvieron cuando el comisario llamó para darles el aviso.
Fernando Baez Sosa, de 18 años, fue asesinado entre las 4.41 y las 5 del 18 de enero de 2020. Ocurrió frente al local bailable Le Brique ubicado en Avenida 3 y Paseo 102, pleno centro de la localidad balnearia de Villa Gesell. Los acusados habrían tomado la decisión, aparentemente premeditada y planificada, de matar al joven debido a un inconveniente dentro del boliche.
Según las acusaciones, Máximo Thompsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli y Blas Cinalli fueron a buscar a la víctima y comenzaron a golpearlo, haciendo que caiga al piso, para luego pegarle patadas. Una de ellas fue la que provocaría su muerte al causarle “un paro cardíaco producido por shock neurogénico debido a un traumatismo de cráneo”.
A todo esto, Ayrton Viollaz, Lucas y Luciano Pertossi formaron “una especie de cordón” para impedir que los amigos de Fernando pudieran auxiliarlo. Los jóvenes se encargaron además de golpear y retener a los compañeros de la víctima para que no la puedan asistir. Así lo comprueban diversos videos y testimonios de la noche.
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