El juicio a los rugbiers acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa comenzó este lunes 2 de enero en el tribunal de la ciudad de Dolores. La causa está caratulada como “homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas”. Tiene a ocho imputados en total, apuntados como autores del asesinato del joven de 18 años en enero de 2020.
Con diversas acusaciones en su contra por haber cumplido distintos roles en la fatídica noche del crimen, Máximo Thompsen, Ciro Pertossi, Luciano Pertossi, Lucas Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Blas Cinalli y Ayrton Viollaz serán juzgados ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Dolores integrado por los jueces María Claudia Castro, Christian Rabaia y Emiliano Lázzari. El juicio se extenderá durante 22 jornadas, pero la defensa de la familia de la víctima ya pidió cadena perpetua: conocé más.
Máximo Thompsen. Es el más complicado de los acusados ya que fue quien le pateó la cabeza a Fernando Báez Sosa. Cinco testigos lo identificaron como “uno de los agresores de Fernando”. Fue reconocido por la mayoría como “el sujeto que le propinara patadas en el rostro ya tendido en el suelo”. Además, dijo la noche del crimen: “Quedate tranquilo que a este me lo llevo de trofeo” cuando un joven le dijo que matara a la víctima.
Ciro Pertossi. De acuerdo con la investigación “fue uno de los agresores directos de Fernando, que provocara su posterior deceso”. Tres testigos lo reconocieron como “el sujeto que le pegó a Fernando cuando ya estaba en el piso, en su cabeza, cara, y pecho”. También se lo ve en un video dándole el primer puñetazo por la espalda a Fernando. Durante el crimen, habría alentado a Thompsen con las palabras “dale, matalo”. Esa noche escribió por el grupo de WhatsApp: “Chicos, no se cuenta nada de esto a nadie”.
Matías Benicelli. Un testigo lo identificó como “agresor directo”. También lo apuntan como agresor de un amigo de Fernando impidiendo que puedan defenderlo. Durante la investigación se le encontró sangre de Fernando en la camisa que usó esa noche.
Blas Cinalli. La investigación garantizó su participación esencial en el crimen ya que se encontró ADN suyo en las uñas de la víctima. Además, habría tomado parte en la golpiza cuando Fernando estaba de rodillas.
Luciano Pertossi. Es el más joven del grupo. Se lo identificó como uno de los sujetos ubicados en la agresión. Se comprobó que participó en la pelea dentro del boliche Le Brique. Luego fue expulsado por una puerta distinta al resto de los imputados. Aunque llegó tarde al ataque sobre la Avenida 3, se lo puede observar en los videos dándole golpes a un amigo de Fernando hasta dejarlo tirado sobre el capó de un auto.
Lucas Pertossi. Es el mayor entre los acusados. Fue quien filmó toda la escena con el celular. Según el fiscal su accionar seria la prueba de “premeditación” del crimen desde el boliche. Las cámaras de seguridad también lo encuentran en la zona del crimen y horas más tarde declaró por audio de WhatsApp la frase: “caducó”.
Enzo Comelli. Los testigos lo identificaron como agresor directo de Fernando y también habría protagonizado el roce dentro del boliche junto a Thompsen. Asimismo, se lo vio golpeando a los amigos de Fernando, para que no puedan ayudarlo.
Ayrton Viollaz. El fiscal declaró que distintos testimonios lo “ubican claramente junto a Fernando pudiendo quizás tratarse de un agresor directo”. Además, aparece en las filmaciones alentando para que el resto de sus amigos lleven adelante el crimen.
Fernando Baez Sosa, de 18 años, fue asesinado entre las 4.41 y las 5 del 18 de enero de 2020, frente al local bailable Le Brique ubicado en Avenida 3 y Paseo 102, pleno centro de la localidad balnearia de Villa Gesell. Los acusados habrían tomado la decisión, aparentemente premeditada y planificada, de matar al joven debido a un inconveniente dentro del boliche.
Según las acusaciones, Máximo Thompsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli y Blas Cinalli fueron a buscar a la víctima y comenzaron a golpearlo, haciendo que caiga al piso, para luego pegarle patadas. Una de ellas fue la que provocaría su muerte al causarle “un paro cardíaco producido por shock neurogénico debido a un traumatismo de cráneo”.
A todo esto, Ayrton Viollaz, Lucas y Luciano Pertossi formaron “una especie de cordón” para impedir que los amigos de Fernando pudieran auxiliarlo. Los jóvenes se encargaron además de golpear y retener a los compañeros de la víctima para que no la puedan asistir. Así lo comprueban diversos videos y testimonios de la noche.
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