

El 27 de octubre se recuerda en Argentina a María Auxilio de los Cristianos, declarada oficialmente “Patrona del Agro Argentino” mediante el Decreto 26.888/49, firmado el 27 de octubre de 1949. Esta fecha invita a reconocer la profunda devoción mariana del campo argentino y el papel histórico de la Virgen bajo esta advocación en la vida rural del país.
La advocación de María Auxilio de los Cristianos (en latín, Maria Auxilium Christianorum) tiene su raíz en la Iglesia Católica y está estrechamente vinculada con San Juan Bosco, fundador de los Salesianos de Don Bosco, quien propagó su culto en el siglo XIX. Don Bosco veía en la Virgen María una protectora especial de los cristianos y una intercesora frente a las adversidades de la vida.
El papa Pío VII instituyó la fiesta de María Auxiliadora el 24 de mayo de 1816, en agradecimiento por su liberación del cautiverio impuesto por Napoleón Bonaparte. Desde entonces, esta advocación se difundió ampliamente en Europa y, más tarde, en América Latina, especialmente en los países de fuerte tradición agrícola y ganadera como la Argentina.
El Decreto 26.888, emitido el 27 de octubre de 1949, reconoció oficialmente a María Auxilio de los Cristianos como patrona del agro argentino, respondiendo al fuerte arraigo de su devoción en comunidades rurales y colegios agrícolas administrados por la congregación salesiana.
El texto oficial fue impulsado por sectores vinculados al trabajo rural y por la influencia de las casas salesianas que promovían la educación técnica y agrícola en el interior del país. Esta designación no solo tuvo un carácter religioso, sino también cultural y social, ya que reafirmó la presencia de la fe católica en la identidad del campo argentino.
Para las comunidades agrícolas, María Auxilio de los Cristianos representa protección frente a las adversidades del trabajo en la tierra: las sequías, las plagas o las crisis económicas. Su imagen suele encontrarse en parroquias rurales, escuelas técnicas agropecuarias y cooperativas ligadas al agro, donde se la invoca especialmente durante los tiempos de cosecha.
La advocación también está muy presente en las fiestas patronales de distintas localidades argentinas, donde se bendicen herramientas de trabajo y semillas, en un gesto que combina la fe con la producción y la esperanza.
La influencia de los Salesianos de Don Bosco fue decisiva para que esta devoción arraigara profundamente en Argentina. Desde la Patagonia hasta el norte del país, los misioneros salesianos difundieron su mensaje entre las familias trabajadoras del campo, reforzando la idea de que el esfuerzo agrícola debía acompañarse de fe y gratitud.
Hoy, cada 27 de octubre, comunidades, escuelas agrícolas y parroquias rurales recuerdan esta fecha con celebraciones litúrgicas y actos en honor a María Auxilio de los Cristianos, reafirmando su rol como símbolo de esperanza, trabajo y fe en el ámbito rural argentino.