La guerra de Malvinas sin duda es una herida sin cerrar para los argentinos. El 2 de abril de 1982 cientos de jóvenes marcharon a las Islas Malvinas para defender el territorio argentino de los ingleses. Junto a ellos, viajó un grupo de mujeres que no portaron armas, pero combatieron cuerpo a cuerpo salvando vidas. Ellas son las mujeres de Malvinas que, hace 40 años, ayudaban a los soldados.
El 2 de abril se conmemora el día del veterano de Malvinas, en homenaje a los cientos de jóvenes que marcharon a la guerra para defender las islas. Se conocen varias historias de los héroes que defendieron con los pocos recursos que tuvieron al país y a sus compañeros. Pero poco se conoce de las mujeres que estuvieron al frente del combate.

En aquel entonces el ejército era tierra de hombres y estas jóvenes mujeres no solo se enfrentaban al combate bélico, sino que también al machismo. La ex combatiente, Silvia Barrera sirvió como instrumentadora quirúrgica, en una entrevista a Infobae conto que al comienzo hubo asperezas que luego se disiparon.
Las mujeres que marcharon a Malvinas eran profesionales de la salud que decidieron enlistarse para ayudar. Cada una con su herramienta de trabajo, combatió a los ingleses durante los 74 días que duró la guerra. Curaron heridas, arreglaron huesos rotos, fueron oídos para el sufrimiento y compañía para la desolación.
Al igual que los cientos de jóvenes argentinos fueron casi con lo puesto, sin armamento, ni instrumentos, ni abrigo. Montaron una carpa que funcionó como hospital en el Puerto Argentino y con lo poco que tuvieron salvaron vidas.
Los ruidos de las detonaciones, los llantos por las noches, los rezos y el frio son recuerdos que no se borraran de sus memorias. Estuvieron ahí, soportando, aguantando, resistiendo. Con hambre, con miedo, con orgullo, con ovarios. Listas para enfrentar a la muerte.

Definitivamente la lucha feminista no esquiva ningún aspecto ni fibra social. Estas heroínas de Malvinas a diferencia de los hombres, no son reconocidas, ni mucho menos reciben el subsidio por su labor durante la guerra. A pesar de marchar junto a sus compañeros en cada acto conmemorativo, a pesar de llevar las huellas que dejo la guerra. Una vez más estas mujeres deben alzar su voz para igualar condiciones y en este caso, ser reconocidas como ex combatientes.
El reconocimiento es lo que esperan y es lo que se les debe. Unas simples palabras pueden llegar a reparar heridas sin cerrar. Unas simples palabras para el resto, las palabras correctas para ellas.