La Copa Mundial de Fútbol 2022 está a la vuelta de la esquina. Por lo tanto, se van ultimando los detalles para lo que será el gran evento deportivo que se realiza cada cuatro años. Sin embargo, en los últimos días, surgió un polémico debate por la decisión tomada por el país anfitrión Qatar: la de prohibir que se luzcan banderas de la comunidad LGTB en el mundial.
“Quien luzca la bandera LGTBI en el Mundial será arrestado por 7 u 11 años. Qatar es un país islámico y se debe respetar su religión”, señaló el presidente del comité de organización del Mundial de Qatar, Al-Khater.
Por su parte el jefe de seguridad del Mundial, Abdulaziz Abdullah al-Ansa indicó que: “No podemos cambiar las leyes, no se puede cambiar la religión por 28 días de Mundial”. Además, pidió evitar las manifestaciones LGTBI+ a fin de que no ocurran problemas entre los ciudadanos locales y los fanáticos que lleguen como turistas.
Asimismo, el país asiático penará la expresión libre de afecto entre personas del mismo sexo. A partir de ahora, quien lleve una bandera relativa a la comunidad LGTBI+ durante la copa del mundo irá a prisión.
Esta decisión recibió un fuerte repudio a lo largo y ancho de todo el mundo por dos motivos. En primer lugar, porque el gobierno presentó esta medida en el Día Internacional de Orgullo Gay; luego, porque resultó indignante que muchos medios de comunicación y las organizaciones occidentales no le presten atención a lo más importante de esta generación como es la revolución sexual y la diversidad de género.
En Qatar la homosexualidad está prohibida y cualquier acto sexual entre hombres o entre mujeres es un delito. En el pasado se aplicaban penas de muerte. No obstante, desde 2004 tienen un nuevo código penal en el que se otorga entre 5 y 10 años de prisión.
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