Un día como hoy, hace seis años atrás, alrededor de 35.000 personas de todas las edades, mujeres, varones, grupos de amigas, parejas, madres y padres participaban de una marcha masiva en el congreso. En la misma, todos y cada uno de ellos alzaban su voz por un mismo objetivo: el fin de la violencia machista. ni una menos
El movimiento se expandió por todo el continente con su lema intacto “Ni una menos, vivas nos queremos”. Logró visibilizar a cada una de las mujeres que que no se animaban a contar sus testimonios, o se sentían aisladas, o locas con un dolor escondido en su interior.
Asimismo, cobró un lugar principal en las redes sociales. Esto sucedió en el 2015 con los hashtags #MiPrimerAsedio y #MiPrimerAcoso, millones de mujeres se animaron a contar sus lamentables e injustas experiencias.
En consecuencia a la pandemia por Covid-19, se incrementó más del 40% de llamadas al 144 que brinda asistencia y contención en casos de violencia de género. Alrededor de tres mil personas que se comunicaron con la línea ya tenían medidas de protección vigentes.
Lo dicho anteriormente pone en evidencia que pese a que las mujeres se animan a denunciar, el Estado no logra prevenir, investigar y sancionar los hechos de violencia de género y proteger a las víctimas.
“Además de la violencia extrema por motivos de género, la pandemia puso en evidencia otras múltiples manifestaciones de violencia que enfrentan las mujeres en Argentina: la brecha salarial y económica, la sobrecarga en las tareas domésticas y de cuidado, la exclusión de los espacios de decisión en el sector público, las persistentes barreras en el acceso a los derechos sexuales y reproductivos, que son consecuencia de la desigualdad y la discriminación estructural preexistente”, señaló Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina.
El mismo, no requiere de denuncia judicial, una de las novedades que potencian esta política que necesita de la articulación entre la Nación y los gobiernos provinciales y municipales para que sea efectiva.
Según el nuevo informe del Observatorio de Femicidios en Argentina, Buenos Aires sigue siendo la provincia con más casos (37), seguida por Córdoba (11) y Santiago del Estero y Tucumán (9).
El observatorio señaló además que el 58% de los femicidas eran parejas o ex parejas de las víctimas; que 14 víctimas habían realizado al menos una denuncia antes; que 10 femicidas tenían dictada medida cautelar de prevención y que 13 eran agentes o ex agentes de fuerza de seguridad.
También se indicó que siete víctimas tenían indicio de abuso sexual, que cinco estaban embarazadas, y que 14 femicidas se suicidaron.
El detalle del informe demuestra que la vivienda de la víctima es el sitio más inseguro para las mujeres y que la principal causa de muerte se debe a disparos de arma de fuego, seguida por los golpes.