
El juicio oral que buscaba determinar las responsabilidades penales por la muerte de Diego Maradona fue declarado en nulidad por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 3 de San Isidro. La decisión se tomó luego de que la jueza Julieta Makintach fuera recusada por su participación en un documental sobre el caso.
Durante la audiencia realizada esta semana, se anunció oficialmente la nulidad del proceso. Todas las partes querellantes ya habían manifestado su conformidad con esta medida antes de la audiencia. El principal argumento fue que la participación de la jueza en una producción audiovisual sobre el juicio podía afectar su imparcialidad.
La recusación fue solicitada al comprobarse que Makintach había colaborado con la grabación de un documental que se basa en los hechos que debía juzgar. Aunque la jueza no interviene como protagonista, su implicancia en la realización generó preocupación sobre la objetividad del proceso. Las querellas consideraron que su presencia podía influir negativamente en la transparencia del juicio.
Ahora, la causa deberá ser sorteada nuevamente para asignarle otro tribunal. Si bien esto implica una nueva instancia judicial, no se parte completamente de cero. En el proceso anulado ya se expusieron elementos clave como estrategias de defensa, argumentos de las querellas y algunas pruebas. Esta información ya no puede ser ignorada por las partes en el nuevo juicio.
La causa investiga la presunta mala praxis médica que habría llevado a la muerte de Diego Maradona en noviembre de 2020. Hay ocho profesionales de la salud acusados de homicidio con dolo eventual. Con la nulidad declarada, el proceso judicial se demora, pero sigue su curso en busca de justicia.
Este giro judicial reaviva el debate sobre la ética judicial y el impacto mediático en causas sensibles.
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