¡Buenas tardes a todes, todas, todos y a vos! ¡Buen comienzo de semana! Se nos va febrero, pero no así los dichos fuleros. La relación entre la conductora Viviana Canosa y el cantante de cumbia L-Gante fue marcada por un odio de clase y termina con una aparente denuncia por violencia de género.
Hace unos días, el artista brindó un show gratuito en el predio de Tecnópolis que dejó una foto polémica para los ojos de Canosa. Es así como acusó a un niño fan de la música como “pasivo, pobre y bruto”. Pero la respuesta del cantante es la llave para una posible denuncia por violencia de género.
La foto que despierta el odio de clase
Todo comenzó cuando, después del show gratuito de L-Gante en Tecnópolis el pasado domingo, la red oficial de Facebook del predio compartió una foto. En ella se ve une niñe alzado por sus mapadres que disfruta del momento con gestos representativos del artista.
La conductora, Viviana Canosa reposteó esta foto en sus historias de Instagram. En una primera instancia agregó: “Así quieren a tus hijos”. Y, en una segunda historia de Instagram le sumó: “sumiso, pasivo… pobre, bruto. Así te quieren”.
Sin embargo, si hacemos dos segundos de reflexión: ¿qué clase de lógica tiene asumir que une niñe es sumise, pasive, pobre y brute con sólo hacer un gesto y ver un show de cumbia? Detrás de esto, tenemos el estereotipo del pobre. Ese que escucha cumbia, ese que hace gestos, ese que se saca la remera de la alegría, ese que no tiene normas de conducta, ese mismo que es fan de L-Gante.
¿Cuántas veces te topaste con alguien así? Alguien que juzga por una simple apariencia. Alguien que si no ve une niñe que escucha música clásica, que no se ensucia ni se saca la ropa y que, obviamente, no hace gestos raros. Ese mismo es el odio de clase. Los comentarios de Canosa son la demostración de un habitus adherido que califica de tal o cual manera a las personas según su aspecto.
Ese mismo habitus, descripto por el sociólogo francés Bourdieu como un conjunto de normas, comportamientos y enseñanzas, son las que demuestran que aún tenemos bandos sociales que se juzgan por no ser iguales. Este es el atraso cultural que aún nos hace tener debates que sólo aumentan la distancia entre dos bandos.
Del odio de clases a la violencia de género
Luego de las publicaciones de Canosa, Elian Valenzuela, más conocido como L-Gante, subió una historia video a su red de Instagram: “¿Qué onda Viviana Carnosa? Pasivo será tu choma que te la agarrás con un pibito menor de edad para descargar tu odio asqueroso”. Si damos vuelta la palabra, se refirió a su “macho”, a su compañere.
En una segunda publicación, el artista tituló a la comunicadora de “Mal co ida”. A lo cual, la conductora se hizo eco en su cuenta de Twitter y publicó una foto de un colectivo de transporte color verde. El texto que acompañó a la foto fue: “Acabo de leer que me dijeron MALCO …Necesito que me defienda el COLECTIVO VERDE!! Jaaaa. Hasta el lunes. Besos”.
Una hora después, Canosa publicó otro tweet en el que anunciaba haberse ofendido y que iniciaría acciones legales. “Ante las repudiables y violentas expresiones vertidas por L-Gante, hago saber que iniciaré con mi letrado el Dr Juan Manuel Dragani, la denuncia correspondiente por Violencia de Género, como así también querella criminal por los delitos de calumnias e injurias…”.
En diálogo con Teleshow, el abogado de Canosa, Juan Manuel Dragani explicó: “L-Gante lo que le cuestiona a Viviana es esa foto diciendo que exponía a un menor, pero la realidad es que eso no es una foto, es una captura de pantalla de un video que publica Tecnópolis. Está dentro del marco de la libertad de expresión y otras voces pueden decir otras cosas”.
Además, agregó: “Lo que hace L-Gante, cuando se le acaban los argumentos, es agredirla en su condición de mujer y eso sin lugar a dudas se encuadra en una denuncia por violencia de género que vamos a hacerla ahora. Y, además, vamos a hacer una presentación por calumnias e injurias, porque ella se siente injuriada por los términos de este chico”.
¿Con qué nos quedamos?
Claramente, todo fue ofensivo. De ambos lados. Como siempre pasa con los bandos culturales y sociales que dan pelea por su espacio de legitimidad en el ámbito público. Pero para no enfocarnos en lo sociológico, el sentido común nos advierte que esta discusión no tiene un objetivo claro más que derribar al otro con un poco de ruido.
La exaltación del odio de clase y de la atribución negativa al género fue visible, y causal de violencia. También lo fue la intención del artista de calificar, de manera negativa, a la conductora con términos bien puntuales. Si bien, todas las palabras cruzadas fueron causales de violencia, lo cierto es que ninguno de los dos construye al debate cultural.
Nuevamente, volvemos a cuestionar qué clase de influenciadores y comunicadores queremos alentar a representar nuestras voces. Porque no sólo nos representamos en les fuerzas políticas. También a través de los referentes de consumos culturales.
Es tiempo de volver a repensar qué clase de consumos tenemos. No por la cumbia, ni por un programa de chimento. Si no, qué debates alentamos y a qué discusiones les damos entidad. Este, el de Canosa y L-Gante, no es el camino.
#GéneroBajoLupa: La columna de Luciana Prachas
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