La temperatura de los océanos volvió a incrementarse durante 2022 y superó el récord anterior de 2021, según un estudio publicado a inicios de enero por la revista científica Advances in Atmospheric Sciences en el que se advierte que este constante ascenso “es el resultado inevitable del desequilibrio energético de la Tierra, asociado principalmente con el aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero”.
“La tendencia del calentamiento global a largo plazo es tan constante y robusta que se siguen estableciendo récords anuales con cada nuevo año. El calentamiento se ha acelerado en las últimas décadas, con una tasa más rápida de calentamiento evidente desde aproximadamente 1990”, concluyó el trabajo científico.
Entre siete regiones, cuatro cuencas (el Pacífico Norte, el Atlántico Norte, el Mar Mediterráneo y los océanos del sur) registraron el calor más alto desde la década de 1950. Según los investigadores, “ese calentamiento continuará hasta que logremos la neutralidad carbono, por lo que seguiremos batiendo récords”.
De acuerdo con los analistas, el calor total contenido en los océanos entre la superficie y una profundidad de 2.000 metros aumentó el año pasado en 10 zettajulios, es decir, 1 julio (medida básica de calor) seguido de 22 ceros.
La investigación también mostró que aumentó el índice del sistema de carbonatos (SC index). Esto “significa anomalías de salinidad más extremas y una huella de amplificación del ciclo global del agua en la parte superior del océano”.
Además, se detectó un aumento sostenido en la estratificación de los océanos; esto es, la separación de las aguas según sus propiedades (salinidad, oxigenación, densidad, temperatura), en capas que no se mezclan. Ello puede alterar la forma en que se intercambian el calor, el carbono y el oxígeno entre el océano y la atmósfera sobre él.
“Los océanos absorben casi todo el calor causado por las emisiones de dióxido de carbono de la humanidad”, remarcó Michael Mann, profesor de la universidad de Pensilvania y coautor del estudio, según informó la agencia de noticias AFP.
El fenómeno de calentamiento empezó a ser detectado a finales de la década de 1950. Además, con el calentamiento del agua baja el nivel de oxígeno. Eso es “una pesadilla no solamente para la vida acuática y los ecosistemas, sino también para los seres humanos y nuestros ecosistemas terrestres”, indicaron los investigadores.
Fuente: Télam
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