Trastornos alimentarios: que son y cómo el entorno contribuye en su desarrollo

Los trastornos alimentarios son una problemática a la cual se enfrentan millones de personas a lo largo del mundo. 

Escrito por: Paula Belloni | Publicado: 2 de Enero de 2023

Los trastornos alimentarios son una problemática a la cual se enfrentan millones de personas a lo largo del mundo. 

Los padecimientos mentales y físicos tienen muchas formas y una de ellas son los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA).

 Este enemigo invisible es cada vez más diagnosticado y tratado gracias a un mayor desarrollo de información específica.  Además, el crecimiento de la cantidad de personas que se animan a brindar su testimonio contribuyó notablemente al análisis del  impacto de los TCA.

Un trastorno alimentario es una alteración en la conducta alimenticia usual del paciente, cuyo patrón es afectado por factores psicosociales y neurobiológicos. Gran parte de las veces se caracterizan por una obsesión por el peso y la imagen corporal. A tal punto de poner en riesgo su salud mental y física. Los más comunes suelen ser la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón. 

¿A quiénes afecta más?

Las más afectadas suelen ser mujeres jóvenes, pero los hombres, niños y personas mayores no escapan de la posibilidad de desarrollar un TCA. Quienes padecen dichas enfermedades suelen tener una relación complicada con la comida. Ya sea viéndola como algo que tienen que reducir en cantidad (como es el caso de los anoréxicos) o como un soporte emocional (como es el caso de las personas con trastorno por atracón). Además, en muchas ocasiones tienen una percepción corporal equivocada, creyendo que están excedidos de peso cuando no es así.

Estas enfermedades tienen secuelas directas en el cuerpo de quién las padece, como los problemas renales, cardíacos, el cambio en la sensación térmica, la fatiga extrema y en casos muy extremos, la muerte. También tienen consecuencias en la salud mental, pudiendo desarrollar cambios de humor repentinos, ansiedad, melancolía y depresión. 

En el caso de las mujeres, pueden presentarse cambios bruscos en el ciclo menstrual, incluso interrumpirse por unos meses. 

Festejar sanamente

Por otra parte, las fiestas, que deberían ser un espacio de encuentro, intercambio y recreación, para una persona con un TCA pueden resultar mentalmente agotadoras. Y esto debido a la gran cantidad de alimentos presentes, una visión que en muchos casos, puede resultar terrorífica para el paciente.

Asimismo, en un contexto donde la imagen hegemónica del “cuerpo perfecto” continúa imperante y las redes sociales nos indican que es saludable y que no (sin tener en cuenta ningún parámetro nutricional real) el cuadro se complica notablemente. Muchas veces, la presión social es muy fuerte e incluso  proviene de la misma familia, con comentarios que no tienen intención de dañar, pero lo hacen. Especialmentr, a las personas que sufren el trastorno, que en la mayoría de los casos poseen una autoestima muy baja, por lo que los comentarios de los demás pueden quedarse grabados en la mente.

¿Cómo actuar con una persona con TCA?

Ante esto, y con la llegada de las fiestas, los expertos recomiendan no hacer comentarios relacionados al peso tales como “estás más delgada/o” “estás más gordita/o” y reemplazarlos por otros más positivos. También, se recomienda evitar sobremesas innecesariamente abundantes, y servir lo justo y necesario para los invitados, así se evitan los atracones. Además, prestar atención al comportamiento de los invitados. También, fijarse si, por ejemplo, acude al baño inmediatamente después de comer. Prestar atención a si esgrime excusas para no ingerir alimentos o se ve extremadamente ansioso mientras come.

Por otra parte, hay otros trastornos menos visibilizados, como la vigorexia (obsesión por alcanzar mayor masa corporal) o el llamado trastorno de rumiación (que incluye el vómito no intencional), la ortorexia (obsesión por la alimentación saludable), la potomanía (obsesión  por la ingesta de agua, aún cuando no se tiene sed). A su vez, cabe destacar otros como el trastorno por evitación y restricción de la ingesta de alimentos, el trastorno de pica (necesidad de ingerir sustancias sin valor nutricional cómo cabello o piedras) y el síndrome de ingesta nocturna de alimento (que provoca intensos atracones de comida por la noche).

Escrito por Paula Belloni

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