Falleció luego de estar en estado vegetativo por el golpe recibido en un asalto en la parada del colectivo. (Tema: Villa Luzuriaga mujer)
A Paola Gaetan le robaron en la calle Miguel Cané en dirección a Camino de Cintura. Le arrebataron la cartera, el celular y la tarjeta Sube, luego de darle un golpe en la nuca el viernes 21 de enero. Por el ataque, agonizó por varios días hasta que falleció en una clínica.
La mujer, madre de 3, cumplió 49 años en estado vegetativo. Antes de lo ocurrido se dirigía a tomar el colectivo de regreso a su casa del barrio El Cortijo, en Merlo. Terminaba de cumplir su doble jornada laboral en el geriátrico “El Paraíso de Lili”, donde hacía tareas de limpieza, de cocina, lavaba la ropa y asistía a las personas mayores del lugar. Diariamente su turno iniciaba a las 8 de la mañana y salía cerca de las 22.
“Iba caminando y por 20 metros pierde el colectivo. Ahí es donde la atacan estos delincuentes, que la golpearon en la cabeza y en la nuca. Le robaron una cartera toda rota que tenía, el celular y la tarjeta Sube”, contó Cintia, hermana de la víctima. Luego del asalto Paola logró caminar las cinco cuadras que la separaban de su lugar de trabajo, y al llegar a la vereda del geriátrico se desplomó. Parte de la secuencia quedó registrada por una cámara de seguridad que captó la huida de los dos presuntos delincuentes y la caminata de regreso de la mujer.

Desde su lugar de trabajo, se contactaron con el hijo mayor de la víctima para que fuera a asistirla. Al llegar también un móvil de la policía, le aconsejaron al joven que llevara lo antes posible a su madre rumbo al hospital. Estimaban que la ambulancia demoraría demasiado, por lo que su hijo, de 23 años, la llevó al Hospital de Morón. “Mi hermana vuelve a convulsionar y le hicieron un electroshock que permitió que reviva. Pero según nos informaron los médicos quedó con muerte cerebral”, agregó Cintia. Los estudios posteriores que le realizaron en la clínica Nuestra Señora de la Merced, en Martín Coronado, adonde fue derivada por la obra social, confirmaron que los golpes que sufrió en la cabeza provocaron el cuadro.
Paola agonizó hasta el sábado de la semana siguiente cuando falleció.
La familia denunció además que, desde la comisaría de Los Pinos, en La Matanza, no les quisieron tomar la denuncia en una primera instancia y que incluso los maltrataron. Aseguran que les pidieron que la propia Paola hiciera la denuncia del robo. Para esa altura, ya estaba entubada en el hospital y conectada a un respirador. Finalmente, la causa quedó en manos del fiscal Gastón Duplaá, especializado en homicidios.