
Luego de haber estado dos años sin encontrarse con sus fans en un escenario, debido a la pandemia, en 2022, Los Alonsitos tocaron en la trastienda. Esa noche prometieron volver, por lo tanto, este espectáculo será una promesa cumplida, donde se podrá disfrutar de su reciente single “Cielo de mantilla“. También, por supuesto de todas las canciones compuestas en sus 38 años de trayectoria.
La función será una noche especial de baile, música tradicional argentina y con una invitación a dejarse llevar por los ritmos de la cultura y tradiciones de Corrientes. Su música es un reflejo de la identidad de esta región, y cada una de sus canciones evocan emociones y recuerdos que nos conectan con nuestras raíces.
Las entradas para ver a Los Alonsitos ya están a la venta a través de https://www.tuentrada.com/eventos/detalle/LTC-LosAlonsitos/409285870918 y en la boletería de La Trastienda.
Desde Matanza charló con Ariel Báez, quien está a cargo de la voz y del acordeón de esta banda chamamesera. La entrevista recorrió un poco de la carrera, de los comienzos y del próximo show.
-En mi caso particular, mi encuentro se dio cuando mi papá me había traído un acordeón de una casa de antigüedades. Él sin ser acordeonista, pero sí amante del folclore y chamamé. Ahí fue el primer flechazo con el acordeón porque desde ahí empecé a tocar. Papá me puso un profesor de música, quien es Raúl Alonso y en la Academia de él fue donde nos encontramos con los chicos.
En ese momento cuando empezaron a juntarse, ¿lo hacían por hobbie y pasar un buen momento o ya soñaban en grande?
-No, la realidad es que lo hacíamos por hobbie, porque nos gustaba y a medida que fue pasando el tiempo, paulatinamente fuimos creciendo y fuimos asumiendo compromiso, responsabilidad, metas y objetivos. En definitiva, fuimos logrando lo que empezábamos a soñar. Fuimos de a poco asumiendo desde muy chicos que era pasar de un hobbie a una profesión, teníamos 12 años y teníamos contratos, conciertos, viajes, nos llegó todo muy de golpe, pero fuimos creciendo base a eso también.
-¡Si! (Entre risas), fue una emoción muy grande porque fue estar por primera vez, ese 23 de mayo del 85 en Radio Corrientes y lograr encontrarnos ahí. Salimos todos muy nerviosos, asustados de no errar una nota. Tenemos todavía esa grabación en el programa de radio. Son momentos únicos.
Ustedes jugaron en las inferiores de Huracán ¿creen que si hoy no serían músicos, se podrían haber dedicado al fútbol?
-Marce y yo andamos muy bien, pero Marcos no sé si iba a tener futuro (se ríe). Jugábamos en las inferiores de Huracán de Corrientes, después tuvimos que dejar por la música. Porque la música nos consumía todo el tiempo, los fines de semana y los domingos teníamos que jugar temprano y había veces que no llegábamos a los partidos, entonces se nos empezó a complicar y tuvimos que dejar el fútbol. Aparte, teníamos el estudio. Música, fútbol y estudio ya se nos complicaba, porque el estudio no era un tema para discutir en nuestros hogares. Primero era el estudio porque si andábamos mal, nos colgaban los instrumentos.
-Ha sido fundamental el apoyo de nuestra familia, en cada uno de esos momentos del comienzo. Respeto, seriedad, compromiso, responsabilidad y constancia y mucho trabajo. Entendimos que la música debía ser abordada de manera profesional y siempre fuimos muy ordenados con los ensayos, con los contratos, con todo. Esa es la fórmula para mantenerse vigente.
En cuanto a la audeaudiencia, ustedes han tocado su música que es tradicional argentina en Ecuador, Paraguay y Miami. ¿Qué diferencias encuentran entre el público extranjero y el local?
-Hace un tiempo fuimos a una gira con Sole Pastorutti a la península de Florida, y la verdad que nos encontramos con gente muy emocionada porque vive hace 20 años fuera de la Argentina y sentimos que le estábamos acercando un pedacito de su tierra y recordando sus momentos en Argentina. Cuando uno se encuentra lejos, valora el doble sus tradiciones y su idiosincrasia. Hace unas semanas venimos de Chile y la verdad nos sorprendió como aman el chamamé, no podíamos creer. Cuando bajamos del escenario, fuimos a una cena con una gobernadora de una región chilena y nos comentaba que ahí el 80% escucha chamamé. Son cosas que a uno le sorprende y cuando llegamos, se sabían todas nuestras canciones, hacían el sapucai, también bailaban.
-La verdad es que nosotros siempre soñamos con tener una carrera como la de los chalchaleros, así como ellos, retirarnos de manera triunfal, más vigentes que nunca. Es una meta que teníamos cuando cumplimos 5 años como grupo y ahora ya tenemos 38, tan lejos no estamos (Entre risas). Tratamos de no pensar tanto hacia delante, sino disfrutar este momento tan bueno que tenemos.
-Estamos preparando con mucha expectativa el hecho de volver a tocar en Buenos Aires, estamos listos y en la recta final de lo que va a ser el 23 de septiembre de Los Alonsitos en La Trastienda.