Remakes, secuelas y universos: ¿hay correlación con la carente obra de autor?

Se acusan a los mencionados de perjudicar la libertad creativa de un director, pero, como suele suceder, la realidad es más compleja de lo imaginada. Remakes, secuelas y mucho más.

#Remakes

Escrito por: Ignacio Magnacco | Publicado: 19 de Julio de 2021

remakes secuelas

No hay dudas, vivimos en una era de constantes secuelas, remakes, precuelas y un largo etcétera. Esto generó una buena cantidad de quejas de los cinéfilos, marcando que ahora, más que nunca, vivimos en un tiempo carente de originalidad. ¿Esto es cierto? Mientras no se puede afirmar sin ser subjetivos, la respuesta es sí y no. Además, la solución a esta “problemática” podría ser más simple de lo imaginado. remakes secuelas

Secuelas: un concepto tan viejo como el tiempo en sí

Hay constantes acusaciones de que la sobre abundancia de secuelas y franquicias es algo relativamente reciente, dichos que son rotundamente erróneos. Tuvimos secuelas desde hace décadas, ¿recuerdan las 9 secuelas de “Friday the XIII” que empezaron desde los 80? ¿Y qué hay de “The Thing” de John Carpenter? Excelente película, que no se malentienda (si no la vieron, háganlo), pero ¿Sabían que es una adaptación de “The Thing From Another World” del año 1938?

Esto demuestra que las secuelas existieron mínimo desde hace varias décadas. Además, una secuela no necesariamente se traduce a una mala película, ni necesariamente tiene por que relacionarse con la década en la que se lanzó. Así como en los 90 tuvimos la pulverizada “Speed II”, en los 2010 tuvimos la excelentemente recibida “Blade Runner 2049”.

Universos cinematográficos

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No obstante, esta es una tendencia que sí es más actual. Mientras que no fue técnicamente la primera vez que se implementó, el Universo de Marvel generó un Big Bang en la industria cinematográfica con “Los Vengadores”. Esto fue gracias a su progresivo plan de lanzamiento y una relativa calidad consistente entre cada película. Varios intentaron sus propios universos. Algunos fallaron estrepitosamente (como el universo de monstruos con el remake de La Momia), otros cambiaron un poco de orientación en el medio (como el DCEU) y otros abandonaron el concepto completamente (como los spin-offs cinematográficos de Star Wars). remakes secuelas

La calidad de las películas en sí no suele ser la polémica discutida por los cinéfilos. Sino su influencia e impacto en un tipo de obra que se ve perjudicada. remakes secuelas

La obra de autor

Debido al modelo de universos cinematográficos y constantes planes de remakes, spin-offs y cross-overs, se ve una falta de influencia en el director de cada película. Cada filme es visto como una pieza de un rompecabezas, todas manejadas por un productor general, con el director teniendo poca libertad creativa por lo general. Hay excepciones, por supuesto, “Guardianes de la Galaxia” de James Gunn y “Thor Ragnarok” de Taika Waititi definitivamente se sienten como obras que destacan por su distinto estilo, cinematografía, y tono.

Sin embargo, esto tiene a ser la excepción más que la regla. Y no necesariamente es un problema con el género de superhéroes. A riesgo de sonar como un fanático, las películas de Spider-Man de Sam Raimi se sienten que no podrían ser dirigidas por alguien más. Se puede discutir su calidad como con cualquier película (sobre todo con respecto a la tercera), pero no se puede negar que son su visión.

Hoy, no se genera tanto esa sensación como antes, y no se relaciona necesariamente con la calidad de las películas. De hecho, las de Marvel generalmente son muy bien recibidas por el público. Sino que las preocupaciones son causadas por la pérdida progresiva de un tipo de arte en la industria cinematográfica. Además, esto es sin mencionar las obras de autor completamente originales, que con el tiempo desaparecieron del ojo popular y se relegaron a estrenos limitados o exclusivos de Netflix.

¿La solución?

Que no se malentienda, aquellos que disfruten y les gusten estas películas, sigan haciéndolo. El propósito de esta nota no es criticar gustos o ordenar qué hacer, eso queda al libre albedrío de cada uno.

Pero para aquellos que deseen más obras de director, sea en formato de obras originales o incluso secuelas, se puede empezar por el paso más simple. ¿Cuál es este? Soportando financieramente a aquellos filmes que correspondan con lo querido y no yendo a ver los que no. Suena simple y cliché, pero es la manera por la que se maneja buena parte de la industria: dinero.
Si desean más obras originales, ¿por qué no ver la última película de, por ejemplo, Edward Norton o Clint Eastwood, en vez del filme más reciente de Disney?

Insisto, aquellos que disfruten y les gusten el MCU, las últimas secuelas o universos cinematográficos, sigan haciéndolo. En mi caso, puedo decir que sigo viendo las películas de Spider-Man nuevas agregado a la ocasional obra independiente como “Knives Out” de Rian Johnson. Pero a aquellos que desean ese tipo de arte en declive, el del verdadero ojo del director, que son muchos individuos, este simple paso puede significar mucho si se hace en cadena.

Escrito por  Ignacio Magnacco

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