El nuevo monotributo consiste en una modificación del régimen previsto para el trabajador independiente promovido; personas que realizan actividades que no configuran una relación de dependencia y que representan su única fuente de ingreso, sin capital propio y con la sola ayuda de los útiles y herramientas necesarios. El Decreto 444/2023 publicado hoy en el Boletín Oficial, oficializa el anuncio del mes pasado del ministro de Economía, Sergio Massa.
“No vamos a esperar al 10 de diciembre para poner en marcha el monotributo productivo. A fin de agosto lo vamos a poner en marcha en un gran trabajo con todos los movimientos sociales, con un DNU. Lo primero que tenemos que hacer es darle a ese trabajador el derecho a una obra social, un seguro de riesgo de trabajo y aportes jubilatorios. Porque tenemos que visibilizar para ponerlos en el circuito formal de la economía”, manifestó el titular del Palacio de Hacienda.
Entre los trabajadores encuadrados, se encuentran aquellas donde se elaboran o transforman materias primas en la vía pública o en la casa del trabajador, es decir, sin un local estable. Acopiadores, agricultores, artesanos, albañiles, apicultores, arrieros, canasteros, cementistas, changadores. También incluye a chapistas, costureros, cocineros y cuidadores de vehículos son algunas de las actividades contempladas. Por otra parte, pueden acceder a ese régimen dibujantes, enfermeros, esquiladores, floricultores, jardineros, lustradores, leñadores. Incluso pequeños productores agropecuarios, pintores, serenos, zapateros y vendedores ambulantes, entre otros.
En este régimen, las personas están exentas del pago del impuesto integrado. Solo se contempla el pago de una cuota de 5% mensual de lo facturado mensualmente. El dinero se destina a cuenta de los aportes jubilatorios. De forma opcional, además, pueden realizar un aporte para acceder a una obra social. El decreto establece que, durante los primeros 36 meses, solo se pagará 1% de los ingresos brutos mensuales. O el equivalente al 25% del aporte mensual al sistema previsional correspondiente, lo que resulte menor.

Vencido el plazo, la cuota de inclusión social aumentará a 2,25% de los ingresos brutos mensuales. A su vez, se prevé que, una vez finalizado el año, los trabajadores cuyas cuotas hayan resultado inferior al aporte mínimo anual de jubilaciones, puedan pagar la diferencia para ser considerados aportantes regulares.
Del mismo modo, el régimen, que hasta ahora no permitía su acceso a aquellos trabajadores que “perciban otros ingresos de cualquier naturaleza”; será compatible desde ahora con los programas de carácter alimentario de Desarrollo Social. Además, estos cambios buscan “otorgar a más personas trabajadoras la posibilidad de incorporarse al circuito formal de la economía. Y promover la igualdad de oportunidades mediante el goce de prestaciones de la seguridad social”.
Fuente: Télam
Massa anunció un paquete de medidas para reforzar la actividad económica y los ingresos