
En la facultad de derecho de la UBA, se llevó a cabo el último debate para la presidencia de quién asumirá este 10 de diciembre. Con una duración de dos bloques con tres temas cada uno, en los que cada candidato tenía seis minutos para debatir sobre cada tema. Tuvimos a un Sergio Massa superior en cuanto a su discursividad y expresiones. Mientras que Javier Milei se vio menos preparado y más impulsivo a la hora de responder. Lo que no se vio y no se dijo del debate 2023 es que papel jugo el lenguaje corporal en los candidatos.
Cuando la comunicación no verbal, los gestos y expresiones entran en escena, dejan en evidencia la poca preparación de un candidato por encima de otro. Esto le pasó a Javier Milei, quien con su forma de hablar y de expresarse demostró lo poco preparado que estuvo ante un Sergio Massa, quien, por el contrario, sabía qué decir.
En la presentación que hicieron los candidatos, por un lado, El Ministro de Economía se mostró más suelto, al salir de la tarima y hablar a cámara sin titubear. Por el lado del libertario, no se movió de la tarima y se quedó en su zona de confort, lo que expresa menos seguridad a la hora de hablar.
En un momento, vimos a un Milei más exaltado cuando el candidato de Juntos por la Patria le hace preguntas de “por Si o No”, acerca de sus propuestas sobre la dolarización, eliminación del Banco Central y de subsidios. Quien respondió sin mirar al cámara o al público, sino que su vista se iba hacia arriba o a los costados.
Su actitud en general fue estar a la defensiva cuando se sentía atacado o nervioso al pensar que responder. Esto se vio en el uso de muletillas, como la palabra “digamos”. Según Chequeado, esta fue repetida más de 50 veces en su discurso, lo cual demuestra claramente una ausencia de preparación a la hora de subir al escenario.
Por otro lado, Massa estuvo recto, miraba a cámara o a su opositor, y también se veía seguro, sin exagerar movimientos con las manos y tranquilo. En suma, mientras que un candidato fue con datos y la capacidad de responder a cualquier ataque, el otro, por su parte, se mostró menos preparado con sus respuestas y más a la defensiva.