El 25 de abril se envió al Senado bonaerense el proyecto de ley de Alcohol Cero que inhabilita, a quienes hayan consumido bebidas alcohólicas, de conducir un vehículo. El proyecto busca modificar la Ley 13.927 del Código de Tránsito, al reducir el límite de alcohol en sangre a cero. De este modo, se eliminaría el límite de 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre previamente establecido.
La tolerancia cero al alcohol no es una novedad en Argentina. De aprobarse la ley, Buenos Aires se sumaría a otras ocho provincias que adoptaron la misma medida. Estas son: Córdoba, Salta, Jujuy, Santa Cruz, Tierra del Fuego, Tucumán, Entre Ríos y Río Negro.
Según declaró Jorge D’Onofrio, ministro de Transporte de la Provincia de Buenos Aires, la ley busca bajar los índices de siniestros viales. Uno de cada cuatro siniestros viales con fallecidos involucra a un sujeto alcoholizado. Así lo dice un informe elaborado por Pablo Martínez Carignano, director ejecutivo de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, en enero de este año.
Un análisis de los controles de alcoholemia en Argentina encontró que uno de cada diez conductores excedió la concentración de alcohol en sangre (CAS) permitida. El informé tomó datos que abarcaban los años 2016 y 2018 y fue realizado por la Dirección Nacional de Observación Vial (DNOV).
informe señala que el 83,9 por ciento de los conductores tenían una CAS de cero gramos por litro de sangre. Por otro lado, 6,7 por ciento de los conductores tenían una CAS superior a cero, pero dentro de los límites establecidos. Y, por último el 9,4 por ciento de los conductores tenían una CAS por encima de lo permitido por la ley.
A partir de esto podemos sospechar que, en líneas generales, se respetan los límites permitidos y la mayoría de los conductores no manejan alcoholizados. De todas formas, podemos señalar un par de cuestiones.
La primera es que hay personas que eligen manejar con algo de alcohol en sangre, aún cuando está por debajo de lo permitido. Estos corren un riesgo mayor de involucrarse en un accidente comparado con los que presentan una CAS equivalente a cero. Y el riesgo aumenta a medida que aumenta la CAS. Así lo señala un trabajo presentado en el XVII Congreso Argentino de Vialidad y Tránsito de 2016.
Otro estudio realizado en Estados Unidos, afirma que un límite entre 0 y 0,2 gramos por litro de sangre pueden reducir la tasa de choques entre jóvenes entre un 4 y un 24 por ciento. Esto resulta significativo porque, según el informe de la DNOV, los conductores de entre 16 y 34 años ostentan el mayor porcentaje de alcoholemia positiva.
Otra cuestión a tener en cuenta del informe de la DNOV es que el porcentaje de alcoholemia positiva fue mayor en motociclistas. El 23,1 por ciento de los motociclistas controlados dio positivo por alcohol en sangre. En cambio, de los conductores particulares controlados, dio positivo el 8,7 por ciento de ellos.
Las motos tienen permitido un máximo de 0,2 gramos por litro de sangre. Sin embargo, el nivel de alcohol en sangre de los motociclistas que dieron positivo, en promedio, fue de 1,01 gramos por litro de sangre.
Este dato es importante señalarlo, ya que los conductores de motos son la principal víctima fatal en los siniestros viales. Así lo señala el Reporte mensual de siniestralidad realizado este año por la DNOV.
Una cuestión más a tener en cuenta es que el porcentaje de alcoholemia positiva se duplica durante los controles nocturnos, en comparación con los diurnos.
El objetivo de la ley es que ninguna persona circule en vehículos con alcohol en sangre. Los datos señalan que, aún con los límites ya establecidos, ocurre que se sobrepasan en determinadas circunstancias.
La medida de tolerancia cero quizás deba estar acompañada por mayores controles en horario nocturno. Y quizás más controles a motociclistas, que suele ser el vehículo menos controlado. De los vehículos controlados en el informe de la DNOV, el 6 por ciento fueron motociclistas. El resto fueron vehículos particulares y vehículos profesionales.
Varios países han adoptado la medida de tolerancia cero a la cantidad de alcohol en sangre. En Sudamérica se puede señalar a Brasil, Uruguay y Paraguay. A nivel nacional, provincias como Jujuy, que aplicaron la ley de Tolerancia Cero Alcohol, han mostrado una reducción en los siniestros viales. También mostraron entre 2018 y 2019 una reducción de alcoholemias positivas.
Un informe de Alcoholemia Federal, elaborado por la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) mostró que las alcoholemias positivas son menores en las provincias donde rige el alcohol cero. El informe toma datos que van de diciembre de 2020 a marzo de 2021 y compara las provincias con tolerancia cero con las demás.
Según el informe, hay aproximadamente un 5 por ciento más de conductores con cero alcohol en sangre en las provincias donde rige la ley. Sin embargo, también se puede observar un dato particular. Hay una diferencia entre las provincias con tolerancia cero y las demás cuando observamos los grados de alcoholemia positiva.
Esta diferencia es notable cuando los grados se ubican entre 0,1 y 0,10 gramos de alcohol por litro de sangre. Donde rige la ley el 5,30 por ciento de las personas dieron positivo dentro de esos grados.
En el resto del país, el 19 por ciento dio positivo con esos grados de alcohol en sangre. Con lo cuál podríamos pensar que la ley reduciría la cantidad de conductores que consumen dentro del límite de 0,5 gramos establecido actualmente. Sin embargo, la diferencia se hace menos notable cuando el grado de alcoholemia positiva sube. Cuando se ubica entre 0,41 y 0,50 gramos por litro de sangre en las provincias con alcohol cero el porcentaje de alcoholemia positiva es solo 1 por ciento menor comparado con el resto del país.
La ley parece efectiva para reducir la cantidad de conductores que dan positivos en el test de alcoholemia. Mientras que aparenta tener menor influencia para los valores más altos de positividad.
El paquete técnico SAFER de la ONU plantea que para reducir los daños causados por el consumo de alcohol las medidas impulsadas deben ser respetadas. Esto implica que, a los límites legales establecidos, se sumen controles de alcoholemia efectivos, castigos y multas y alternativas de transporte público y privado.
En el caso de Jujuy, el secretario de seguridad vial provincial dijo que los controles se incrementaron a un 300 por ciento. Además, el valor de las multas se determina en unidades fijas equivalentes al menor precio de venta al público de un litro de nafta.
Estas medidas complementarias son importantes para que la ley funcione de la mejor manera posible. Un estudio realizado en Escocia en 2014 determinó que un límite más estricto de alcohol en sangre no tenía efectos evitando accidentes de tránsito. Fue realizado por dos investigadores de las universidades de Bath y de Essex y advirtieron que la falta de impacto se debió a dos cosas.
Primero, a que la medida no estaba respaldada por controles estrictos y más test de alcoholemia. Segundo, a la falta de transportes alternativos baratos disponibles. Esto hizo que haya un grupo de personas que continuaron consumiendo alcohol. Uno de los investigadores, Johathan James, advirtió que la ley no parece apuntar a quienes causan la mayoría de los accidentes viales en Escocia. Siendo estos, aquellos que beben de manera excesiva e igual deciden manejar.
Por eso, el límite debe estar acompañado de un aumento en los controles y disponibilidad de medios de transporte alternativos.
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