La investigación por el crimen del colectivero Daniel Barrientos, asesinado durante un robo este lunes en la unidad de la línea 620 que conducía en Virrey del Pino, partido de La Matanza, ya tiene dos detenidos, mientras que la víctima fue despedida por familiares, amigos y compañeros de trabajo, y continúa el reclamo por la inseguridad en el distrito, que tiene como foco principal al ministro de Seguridad bonaerense Sergio Berni: conocé las novedades.
En las últimas horas, las autoridades del caso, a cargo del fiscal Gastón Duplaá de la Unidad Funcional de Instrucción de Homicidios de La Matanza, detuvieron a dos hombres acusados de haber participado en el robo y posterior crimen de Barrientos, mientras se continúa con la búsqueda de un posible tercer sospechoso.
El primero de los aprehendidos quedó identificado como Alex Gabriel Barone, de 19 años. La detención sucedió el propio lunes cuando transitaba en un Chevrolet Corsa por el cruce vial de Ruta 3 y Guanabara, Virrey del Pino. El hombre tiene antecedentes debido a un robo agravado ocurrido en 2019.
El acusado resultó reconocido en la rueda por al menos un testigo. Su indagatoria se llevó a cabo ayer por la tarde: allí, el sospechoso dijo ser inocente y aseguró que al momento del crimen, perpetrado en horas de la madrugada, él se hallaba en su casa y acompañado.
Por otra parte, el segundo detenido tiene 24 años y se llama Gabriel Barone. Sería el primo del primer sospechoso. Fue encontrado y arrestado en un allanamiento en zonas de su domicilio en Laferrere, cerca del cruce de Valentín Gómez y Ascasubi. Lo indagarán este miércoles por la tarde, y se cree que habría tenido participación directa en el crimen, según Télam.
En tanto, ayer por la mañana, el colectivero Daniel Barrientos fue velado en la Cochería “Nuestra Señora del Valle”, en Laferrere. Hasta allí asistieron cientos de sus compañeros de trabajo para despedirlo. El cortejo fúnebre partió a las 13.30 desde la casa velatoria rodeado de una multitud que pedía por “justicia” tras el crimen.
Encabezando la caravana se encontraba Adrián, uno de los amigos más cercanos de Barrientos, que lo conocía desde hace 30 años. “Él quería disfrutar de la vida, porque tenía problemas de salud. Era una persona muy noble y servicial, que no tenía problemas con nadie. Nunca tenía un día malo, y si lo tenía, no lo traía al trabajo”, expresó el hombre, en diálogo con C5N.
Y remarcó: “Él me decía que la situación no daba para más y yo le insistía para que siga. Estamos a días del aniversario de la muerte de Leandro” -otro colectivero asesinado en un hecho de inseguridad- “y hoy estamos luchando por Dani. Los choferes tienen que cuidarse y encomendarse a Dios para que nos proteja de la gente mala que hay en el sistema social”.

Por otro lado, el reclamo por la situación de inseguridad se centra ahora en la figura del ministro de Seguridad bonaerense Sergio Berni. El funcionario fue agredido este lunes con golpes, patadas y pedradas lanzados por manifestantes que protestaban tras el crimen de Barrientos y pedían justicia, autoconvocados sobre la avenida General Paz, en la localidad de Lomas de Zamora.
Sin duda, la foto del día, que recorrió todos los medios, la del transportista que le dió un golpe de puño en la nariz a Berni, resumió todo el acontecimiento. Refleja la impotencia y enojo que venían acumulando los choferes durante mucho tiempo y la reacción violenta contra las autoridades tras otro asesinato de un colectivero, luego de que en repetidas oportunidades los choferes solicitaran medidas de seguridad para protegerlos mientras trabajan.
Luego de la insostenible situación, los efectivos de la Policía de la Ciudad retiraron al ministro obligadamente del lugar. El funcionario debió dejar el lugar mientras gritaba “no me voy a ir”. Posteriormente lo trasladaron en helicóptero al Hospital Churruca, donde le diagnosticaron “conmoción cerebral” y una fractura de malar, además de diversos cortes, producto de las piedras y golpes que recibió en la nuca y la cabeza.
Por su parte, la Unidad Tranviaria Automotor (UTA) manifestó: “La muerte de nuestro compañero se suma a una cantidad de episodios de inseguridad que vienen afectando a los choferes especialmente en todo el Área Metropolitana, por lo que la UTA dice BASTA y anticipa que las medidas [de reclamo] se van profundizar en tanto las autoridades no garanticen las condiciones mínimas de seguridad en el trabajo de todo nuestro sector”.
“Me arrancaron la mitad de la vida”, dijo la esposa del colectivero asesinado en Virrey del Pino