Hace pocos días se viralizó un hecho repudiable: un video donde un futbolista golpea a una árbitra durante un partido de futbol. Tras este suceso machista, el club del jugador decidió suspenderlo de por vida de la institución. Esta decisión y la difusión del acontecimiento demostraron el apoyo que están recibiendo las mujeres en el fútbol argentino. Esto como consecuencia de la labor de los movimientos feministas y ciertas organizaciones.
Tras una intensa lucha, uno de los objetivos conseguidos se cumplió hace tres años: la profesionalización del futbol femenino. Contradictoriamente, según Magui Barrenese, integrante de la famosa plataforma Libro de Pases, el sueldo promedio básico que reciben equivale aproximadamente al de un jugador de la Primera C.
El año pasado, la AFA presentó el Plan Integral de Fútbol Femenino 2021-2026. La estrategia incluye modificaciones que afectan tanto al desarrollo de las Selecciones Nacionales Mayor y Juveniles como a los clubes de la Primera División Profesional. Estos últimos deberán contar con un mínimo de doce contratos en sus equipos como también una división de Reserva de jugadoras menores, entre otros cambios.
El objetivo de estos cambios es promover la disciplina y generar una mayor proyección y competencias desde una perspectiva de inclusión e igualdad. Y pese a que la brecha en esta actividad se va reduciendo, aún queda un largo recorrido para lograr un futbol equitativo, inclusivo y diverso. Para ello, hay varias colaboraciones que incentivan este camino.
Una de las instituciones que trabaja para lograr la equidad de género en este deporte es la Asociación Femenina de Futbol Argentino (AFFAR). Su principal objetivo es promover la inclusión social sin prejuicios de las jugadoras de fútbol del país. Al mismo tiempo, luchan por “el crecimiento, desarrollo y reconocimiento del fútbol femenino argentino, tanto a nivel amateur como profesional”.
Además, la AFFAR realiza diferentes conversatorios para concientizar de la causa, visitas a barrios carenciados e incluso asistió a un penal para difundir la actividad. A su vez, el organismo recibe apoyo de diferentes firmas u organizaciones para realizar charlas, donaciones deportivas y chequeos médicos a las futbolistas que necesiten.
Al mismo tiempo, en su página online y redes sociales, realizan un seguimiento a las actuaciones y torneos que disputa la selección femenina superior como las juveniles. Al mismo tiempo, hacen coberturas y difunden los resultados del Campeonato de Fútbol Femenino de Primera División.
Por otra parte, el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL) firmaron en marzo un acuerdo para promover esta rama deportiva. Su objetivo es fomentar el empoderamiento femenino para lograr una mayor inclusión social a través de esta actividad.
Una de las primeras políticas a implementar se materializa con el apoyo del CAF a la Liga de Desarrollo de la CONMEBOL. Este torneo, que busca el desarrollo integral de los niños, incluye dos categorías femeninas: sub-14 y sub-16.
El Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) es un gran precursor de la equidad dentro de los deportes. En mayo de este año presentó, junto con la Secretaría de Deportes, el Relevamiento Federal por un Deporte Igualitario. Allí se destacó una “marcada diferencia” de género en los clubes. Allí, el 55% de los clubes contestó que las mujeres practican fútbol 11, constituyéndose así como el deporte con más menciones.
El organismo público se encarga de intervenir en situaciones específica, como hechos o dichos machistas. Un ejemplo de ello fue el caso de las jugadoras de primera división del Club Atlético Rosario Central. Las damnificadas denunciaron, en diciembre del año pasado, “maltratos, amenazas, discriminaciones de género y hacia la diversidad sexual”.
Tras estos sucesos, el club y el INADI llegaron a un acuerdo para dictar diferentes talleres de sensibilización dentro del club. Estas serán realizadas por el Observatorio de Deportes de la institución pública. A su vez, el club rosarino se comprometió a realizar una investigación interna y a revisar sus prácticas cotidianas.
