Se trata de un modelo de intercambio de datos de usuarios entre Facebook y Whatsapp. Está enfocado a su versión Business y a la publicidad. Aquellas personas que usan esta versión para comunicarse con sus clientes, pueden usar ahora los servicios de alojamiento de Facebook. Según esta red social, tendrían una estructura más segura para administrar los chats. privacidad de Whatsapp
Básicamente, cuando una persona se comunique con estas empresas por teléfono, email o Whatsapp, la empresa podrá ver la información que esté compartiendo el usuario y usarla para sus propósitos de márketing.
Facebook, también, recopilará la información sobre cómo interactúan las personas con los anuncios que tengan un botón para mandar un mensaje de WhatsApp a una empresa. Su objetivo principal es el de personalizar las publicidades en esa red social.
Por el momento, quienes no aceptaron la actualización seguirán recibiendo recordatorios para hacerlo. Si siguen en desacuerdo, se les limitará el acceso a la lista de chats, pero podrán usar llamadas o videollamadas. Luego, tras recibir un recordatorio “persistente” no recibirán llamadas ni notificaciones y la aplicación dejará de enviar mensajes y llamadas a sus teléfonos. En definitiva, no tendrá sentido continuar teniendo Whatsapp para estos usuarios.
Más allá de esta nueva política de privacidad, Facebook suele compartir con WhatsApp varios datos. Entre ellos se encuentran el número de teléfono que uno verifica al registrarse en Whatsapp, algunos datos del dispositivo que se esté utilizando (versión del sistema operativo, código de país y de red, etc.) y algunos datos sobre el uso, como cuándo se usó la aplicación por última vez, la fecha de registro, la frecuencia de uso y el uso que se le da.
El cifrado de extremo a extremo sobre el contenido de los chats va a mantenerse. Estas aplicaciones no podrán ver los mensajes, llamadas personales, ubicaciones o archivos multimedia que los usuarios comparten entre sí.
En un primer momento, WhatsApp iba a limitar en febrero a las cuentas que no aceptaran las nuevas políticas. Tras recibir múltiples críticas, postergaron sus planes al día de hoy. En su momento, el anuncio generó un incremento en la descarga de otras aplicaciones de mensajería instantánea. Principalmente Telegram tuvo 25 millones de usuarios nuevos en sólo tres días. Signal tuvo más de 7.5 millones de descargas la primera semana de enero y las de WhatsApp cayeron un 11% en ese tiempo.
