
Cada vez más es la gente que acude a medicinas no tradicionales para tratar distintos temas. Distintos dolores, problemas en la piel o incluso para renovar las energías, cualquiera sea el problema buscamos solucionarlo de manera rápida (y poco costosa). Es por esto que se puso tan de moda la aromaterapia. Acompañanos a ver qué es y cómo funciona. (Tema: Aromaterapia beneficios)
Mucha gente de todas partes del mundo practica de manera habitual distintos tipos de medicinas alternativas. Homeopatía, meditación, acupuntura y reiki son solo algunas de las más conocidas. En esta ocasión, vamos a hablar de la aromaterapia. Más conocido como el tipo de terapia que tiene como fundamento el uso de aceites esenciales y elementos aromáticos.
La aromaterapia apunta, principalmente, a formar y mantener un equilibrio entre mente y cuerpo. Busca establecer el bienestar físico y psicológico a través de la percepción sensorial. Para esto, se utilizan aceites que constituyen la esencia de la planta, flor, hierba, corteza raíz o cáscara de la que se extrae. El resultado sería una la relajación y sensación de bienestar.
Por lo general, los aceites se extraen normalmente mediante un proceso de destilación al vapor y posteriormente son utilizados.
Lo más común es aplicar los productos directamente sobre la piel o mediante su inhalación, dependiendo de lo que se busque tratar. En caso de aplicar directamente sobre la piel, lo que se suele hacer es acompañarlos de un masaje, para tratar trastornos emocionales y físicos. Sin embargo, también se pueden combinar con los tratamientos de la medicina oficial. Por último, está la inhalación, para lo que es necesario solamente juntarlo con un quemador o difusor de la casa, y llevarlo a un baño o un lugar cerrado.
Cualquiera de las aplicaciones puede darse para combatir una infección dermatológica, como eczemas, la psoriasis, acné o en procesos de cicatrización. Pero también se suele recurrir a esta medicina en caso de infecciones o enfermedades respiratorias. Además, se puede utilizar para combatir la depresión, ansiedad, desequilibrios emocionales o taquicardias.
Quizás uno de los mayores beneficios de esta práctica es, como se mencionó anteriormente, contrarrestar la depresión y la ansiedad, además del insomnio. Aunque también es muy conocida por aplicarse para hacer frente a distintos tipos de dolores, gracias a sus efectos similares a los de un analgésico.
En esta línea, también cumple el rol antihistamínico (contrarrestar alergias) y refuerza la defensas.
En otros casos, hay gente que afirma que se puede utilizar para prevenir el envejecimiento de las células. Por ejemplo, para la caída del cabello o la caspa. Esto gracias a las propiedades antioxidantes que tienen las plantas.
También se dice que puede servir contra los dolores menstruales y frente a ciertos problemas de la menopausia. Además, se puede utilizar como un estimulante e incluso afrodisíaco.
Siempre, por más que conozcamos del tema, es bueno consultar con un especialista antes de hacerlo por nuestra cuenta. Él o ella nos sabrá indicar cuál es el aceite indicado para el problema que queremos tratar.
Algunos de los aceites que nos son recetados no se deben aplicar directamente sobre la piel. Esto porque pueden irritar la piel e incluso causar quemaduras. Para su uso es necesario diluirlo previamente con agua o con lo que se nos indique.
Hay algunas indicaciones específicas para ciertos grupos, como para las embarazadas. Por lo general, se recomienda que no practiquen esta técnica por posibles problemas con la placenta y el feto.
En cuanto a los niños, aunque no es recomendado su uso, pueden hacerlo con mucha moderación y con la supervisión de un adulto responsable.