¡Buenas tardes a todas, todos y todes! ¡Buen comienzo de semana y felicidades a todes les campeones de América! El orgullo nos desborda. Pero la vida sigue al igual que los cuestionamientos culturales y sociales. florencia peña nati jota
Al respecto, traemos una reflexión acerca de dos sucesos que marcaron el debate twittero, sobre todo, de las feministas. Comenzamos por los gestos sexuales del arquero de la selección, “Dibu” Martínez. Fue cuestionado, incluso, por Maluma por faltar al fair play en la seminal contra Colombia. Sus gestos fueron, también en la final, excesivos e innecesarios a pesar del descontrol adrenalínico del festejo. Una mujer no sería halagada por celebrar de esa forma.
Por otro lado, la periodista, Naty Jota y la actriz, Florencia Peña se expresaron en Twitter luego de la semifinal de la Copa América definida por penales. Ambas sexualizaron a los jugadores de manera explícita y las justificaciones no fueron del todo amigables para la lucha feminista. Si la sexualización fue -y es- históricamente un arma hiriente para el género femenino, no se debería devolver con la misma moneda y sexualizar al género masculino, ¿no?
La búsqueda de igualdad de géneros establece que no se trata de castigar -con aparente humor o no- a un sector, sino de contribuir, empáticamente, a la consideración de todas, todos y todes por igual. Esto mismo parece no estar presente en el inconsciente de las figuras públicas mencionadas.
El futbol deja mucho de qué hablar, pero no sólo en materia deportiva. Después de la semifinal, la periodista Naty Jota twiteó: “un poco de Tucu en bolas para descomprimir”. El texto acompañaba dos imágenes de Joaquín Correa, futbolista de la selección, en ropa interior, en el vestuario, luego del partido.
El descomprimir de la tensión de una definición por penales se transformó en una cosificación de cuerpo masculino, perteneciente a un ámbito históricamente machista. Esto motivó el repudio de la comunidad twitera y Jota tuvo que salir a dar una respuesta, poco oportuna, para los cuestionamientos culturales actuales:
“Vos pensás q el Tucu sufre o se siente inferior o algo así xq yo digo q está bueno??? Pensás q le incomoda o le da miedo??? O algo así?? Dejen de defender pelotudeces como excusa cuando en realidad solo quieren atacar a las mujeres o subestimar la lucha”.
En un simple acto de apatía, la conductora manifestó que no es lo mismo la cosificación del hombre que de la mujer. El sufrimiento de ser considerado o considerada únicamente con funciones establecidas, sobre todo sexualizadas, parece ser atribuible sólo al género femenino.
“Con un tweet tiró abajo todo el feminismo”, respondió una usuaria a las explicaciones de Jota. “Si te sexualizan a vos con mucha razón haces un escándalo y no te dan los dedos para tuitear enojada, porque justamente está mal. No hagas lo mismo, no te rebajes a ese nivel”, le aconsejó otre usuarie, exponiendo su inconsciente manifiesto.
Y es que al parecer hay una lógica de análisis de la realidad que concibe a la mujer como el sexo débil al que le molesta la sexualización de su cuerpo. Esto mismo intentó esclarecer Jota, pero no se dio cuenta de que el movimiento ya no está en esas discusiones.
La sexualización es hiriente en todos los grupos sociales, pero la creencia de que a une le afecta más que otres tiene que ver con un habitus de interpretación de la realidad. Éste consiste, según el sociólogo francés Bourdieu, en la reproducción de un sistema de valores, prácticas y denominaciones simbólicas adquiridas de manera natural.
La debilidad de la mujer, la exclusividad materna, el espacio privado como el ámbito de desarrollo personal y la negación a diversas actividades por aparente incapacidad, fueron, entre otras cosas, el habitus naturalizado de valores adquiridos sin ser cuestionados. Esto mismo es lo que se desafía constantemente en la actualidad.
Probablemente, la lucha feminista de la que dice pertenecer Naty Jota no le despertó la curiosidad para cuestionar los roles y valores asignados por sexos durante tantos años en la historia. Pese al uso de pañuelos y la publicación reflexiones virtuales sobre el feminismo y la realidad, su inconsciente fue manifestado.
Sin embargo, así como los cambios culturales llegaron luego de años de movimientos, cuestionamientos y debates, no hay nada que la conductora no pueda hacer para ver y apreciar los hechos de manera más empática e inclusiva.
Algo semejante fue lo que ocurrió con la actriz Florencia Peña en su cuenta de Twitter. Luego del partido del martes pasado, la artista escribió: “Si Dibu te habla así en los penales, imaginate en la cama”. Lo hizo en referencia al arquero de la selección argentina, Emiliano “Dibu” Martínez, quien atajó tres penales y se convirtió en tendencia por su frase “Mira cómo te como”.
La sexualización, sin imagen agregada, vía tweets pone de manifiesto, nuevamente, la apatía. Pese a que el sexo masculino haya sido, -y es- históricamente, cuestionado por la opresión de las mujeres, no hay derecho perdurar el maltrato devolviendo con la misma moneda.
Al igual que en el caso de Naty Jota, hay un habitus manifiesto que permanece implícito hasta que aparece en situaciones como estas. La exaltación de las fortalezas del hombre, quien se destaca en el espacio público tiene que ver con, como define Bourdieu, el conjunto de creencias naturalizadas. Sin embargo, el sociólogo francés no alcanzó a completar su teoría con la sexualización de los hombres porque, desde la antigüedad, esta tendencia funcionó en el sentido inverso.
Florencia Peña forma parte, actualmente del movimiento Ni una Menos y de las luchas feministas. Sin embargo, hay algo que al parecer dejó de tener presente y se relaciona con la igualdad de géneros. Para esto, no es necesidad de caer en su sexualización, discriminación o castigo.
En una nota de Amnistía Internacional, en la que se define el feminismo se explica: “Ser feminista no significa que pensemos que las mujeres merecemos derechos especiales; significa que sabemos que merecemos los mismos”.
En suma, se agrega: “Defender la igualdad no implica menospreciar o castigar a los hombres. El feminismo no habla de superioridad, ni discrimina al otro género, simplemente combate las desigualdades que sufren las mujeres por el mero hecho de serlo. No se lucha por ser “más”, se lucha por ser igual”.
Por lo tanto, si una tendencia machista, de sexualización y cosificación provocó tanto daño desde un género hacia el otro, ¿qué alcance de igualdad se tendría si se responde de manera semejante?
Esta es la razón por la que les usuaries le respondieron a Naty Jota, palabras más, palabras menos, como dice el dicho tradicional, “no hagas lo que no te gusta que te hagan”. De lo contrario, ¿qué sentido tiene luchar por un feminismo que no da lugar a la igualdad?
Es momento de seguir cuestionando el habitus incorporado; los valores heredados y la naturalización inconsciente de estas formas de desigualdad. Tanto Jota como Peña son seres humanes que caen en errores como lo hacemos todes. Pero es importante que seamos lo suficientemente conscientes para saber apreciarlos y aconsejar lo que sea necesario.
Dejamos buenas ideas para pensar en la semana. Para la próxima, prometemos más.
¡Gracias por haber llegado hasta acá! Sé que tu tiempo es importante.
Que tengas una semana diversa, de género feliz y de amor genuino por dar y recibir. Te mando un abrazo.
Liliana Hendel en entrevista: Detalles, dificultades, programas y proyectos
