Las madres protectoras son una agrupación que vincula a mujeres desoídas y victimizadas en el proceso de búsqueda de justicia para sus hijes víctimas de abusos o violencias. Ellas denuncian que el problema radica en que la justicia es patriarcal.
Las denuncias de abusos y violencias contra sus hijes fueron cometidas principalmente por el progenitor. Y esto parece no tenerse en cuenta durante los procesos judiciales. Es así como el grupo afirma que el problema radica en la falta de perspectiva de género por parte del Poder Judicial y en la lentitud de los procesos.
Como consecuencia, se cae en la revictimización de las denunciantes y los menores. “Nuestra voz es silenciada una y otra vez en los juzgados. No contamos con apoyo de nadie y entonces decidimos militar esta lucha como una forma más de violencia de género y vulneración de los derechos de les niñes”, explicó la madre protectora Celeste Villamarín.
Las madres utilizan las redes sociales, como Facebook y WhatsApp, para contactarse y ayudarse. Además visibilizan casos, realizan encuentros y capacitaciones para conseguir herramientas que permitan avanzar los procesos. Asimismo, muchas veces se acompañan a las citaciones, con sus globos y banderas.
El grupo se originó con el caso de Andrea Vázquez. Actualmente se desarrolla como Sub Directora Médica de Acceso a Justicia del Municipio de La Matanza. En 2009, realizó casi 40 denuncias al padre de sus tres hijos por abusos y violencia contra ella y los menores. Tres años después, el progenitor denunció impedimento de contacto. Los jueces del ex Tribunal de Familia 3 de Lomas de Zamora ordenaron un operativo por el cual la policía irrumpió en el de hogar Vázquez y se llevó a los tres hijos.
La médica no pudo ver a los niños por casi cuatro años. Durante la lucha incansable, conoció a otras madres que pasaban por situaciones similares. Así comenzó el grupo, integrado en su principio por ocho mujeres.
La medida de separación de Vázquez de sus hijos había sido fundamentada bajo el Síndrome de Alienación Parental (SAP). Se trata de un término rechazado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Asociación Americana de Psicología (APA). Este síndrome calificado de pseudocientífico se usa para referirse a niños que insultan, difaman e injurian a uno de sus progenitores sin justificación. Esto ocurre debido a una alienación provocada por el otro progenitor.
Las Madres Protectoras luchan encarecidamente contra el SAP, que es continuamente utilizado como justificación para una revinculación forzosa con el denunciado. Invalida los relatos de las mujeres y los hijos, a la vez que los revictimiza.
La Secretaría de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidades del municipio, encabezada por Liliana Hendel, inició un proyecto de patrocinio jurídico gratuito a Madres Protectoras. La Dirección de Acceso a Justicia, dirigida por Andrea Vázquez y María Florencia Piermarini, eligió situaciones que se están tramitando actualmente en La Matanza que puedan sentar jurisprudencia según el Colegio de Abogados del distrito.
Habrá acompañamiento de los casos con una trabajadora social, una psicóloga especialista en Abuso Sexual en las Infancias y en violencias y una abogada experta en perspectiva de género. Sin embargo, también se trabajarán las masculinidades violentas. En esto participa Ariel Sánchez, director de Promoción de Masculinidades par la Igualdad de Género del Ministerio de Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la provincia.
Hendel remarcó que busca que el proyecto forme parte de las políticas públicas del municipio para 2023. Asimismo, explicó que uno de los propósitos de esta iniciativa es generar un modelo de asistencia para las Madres Protectoras en todo el país.
