“No hay plata”, es la frase que resume el impacto del paquete de nuevas medidas económicas anunciado por Luis Caputo, el actual Ministro de Economía de Javier Milei. Lo que para algunos es una frase de cánticos, como lo fue en la asunción del nuevo presidente, para otros es la angustia interminable de no saber qué esperar para el día de mañana.
El ministro realizó hace una semana las primeras 10 medidas que tomará el gobierno para hacer frente al déficit fiscal y la inflación. Caputo adelantó que el próximo año sería uno complicado económicamente para los ciudadanos, ya que se espera una inflación superior a la del 140% anual.
Desde que el actual presidente ganó las elecciones en segunda vuelta, el dólar atravesó diferentes precios. Para el viernes previó a las elecciones, el valor del dólar llegó a los $1075, y luego cayó a los $905. En el conjunto de decisiones económicas a tomar para los próximos meses, se informó que el valor del dólar oficial aumentaría significativamente. Así, la moneda pasó de $400 pesos a $800 pesos. Este cambio implica una marcada subida y una mayor libertad en la fijación de costos para diversos bienes y servicios.
Podemos ver las primeras repercusiones en el aumento de precios en los supermercados. Las canastas básicas tuvieron en muchos lugares un aumento del 100%, incontrolable para los comerciantes. Fueron numerosos los casos donde tomaron la decisión de cerrar sus puertas, porque los valores se disparaban de un momento a otro y al no tener certezas de pérdidas y ganancias, las ventas no eran favorables para ninguna de las partes involucradas.
Dentro de los principales productos cotidianos que más aumentaron tenemos a la carne. Subió un 40% en solo 2 días, y a los aceites, harinas y productos de higiene con un 20% en el mismo lapso. Sin embargo, los precios van variando en el día, y los precios de hoy, no son los mismos que mañana. Debido a esto, se esperan incrementos en el mes del más del 100% en productos como: carnes, harinas, frutas, atún, azúcar, leche, aceites, café, gaseosas y pañales.
El impacto de las nuevas medidas económicas de Milei tendrá consecuencias muy negativas para los próximos meses. No solo los productos de la canasta básica que cumplían con los Precios Cuidados, que ya venían escaseando, se verán perjudicados. Hablamos de aumentos en la nafta sin escala, de colegios privados y prepagas. Se espera un diciembre con un 30% de inflación.
Recordemos que los cambios anunciados solo cubren la primera parte de las medidas económicas totales. Además, en enero ya se verían reflejados la quita de subsidios en el agua, la luz y el gas. Asimismo, se sigue trabajando en los precios finales de los transportes actuales, pero los precios rondarían entre los $800 para colectivo y $1100 para trenes.
Todos estos aumentos se justifican con “lograr eliminar el défict fiscal en 2024”. Por esto también se reduciría el gasto público general, equivalente al 5,2% del PBI. ¿El problema? El ajuste lo sigue pagando el pueblo. Gran parte de la disminución del gasto público depende de mantener jubilaciones, programas de empleo y salarios públicos. Sin importar que nombre tengan, los recortes tienen consecuencias, y los que tienen menos oportunidades de defenderse son los primeros en ser perjudicados.
Se espera una subida abrupta de desempleo y una caída general en la actividad. Las medidas de aumento de impuestos y reducción golpearía directamente al consumo y disminuiría la recaudación total. De una forma u otra no solo se obtiene por consecuencia un equilibrio financiero precario, como mínimo, sino que estamos hablando de una nueva reforma total en los argentinos con base en una economía que beneficia a unos pocos, y perjudica a la mayoría.
Una por una todas las medidas económicas del gobierno de Javier Milei