Mediante una carta divulgada en sus redes sociales, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner afirmó ayer que no será candidata en las elecciones de este año, y reiteró que lo que considera una “proscripción” en su contra no es hacia una persona sino al “peronismo” en su conjunto: “No seré mascota del poder por ninguna candidatura”.
De esta manera, la exmandataria ratificó la postura de no postularse que había manifestado en reiteradas oportunidades durante los últimos meses, en el marco de un creciente “operativo clamor” en pedido de su candidatura por parte de dirigentes y militantes del Frente de Todos, postulación que días atrás había sido confirmada por el propio kirchnerismo.
“No seré mascota del poder por ninguna candidatura. Hay que privilegiar el proyecto colectivo sobre la ubicación personal”, remarcó Kirchner; al tiempo que explicó que su decisión no fue “apresurada ni producto del momento” sino “razonada y pensada”.
A la vez, consideró “imprescindible más que nunca” concretar la “construcción de un programa de gobierno que vuelva a enamorar a los argentinos y convencerlos de que un país mejor no sólo es posible sino que, además, es deseable”.
La publicación de la vicepresidenta se conoció pasadas las 18.30. Ocurrió minutos después de que finalizara un congreso del Partido Justicialista (PJ) en el microestadio de Ferro Carril Oeste en el que había habido una fuerte aclamación por una candidatura suya, en vísperas de un anticipado discurso de la vicepresidenta en el acto del próximo 25 de Mayo.
En este punto, argumentó que si ella se postula existe la posibilidad de que la Corte Suprema de Justicia la “inhabilite” y le “saque cualquier candidatura que pueda ostentar, para dejar al peronismo en absoluta fragilidad frente a la contienda electoral”, en línea con los recientes fallos del máximo tribunal sobre las elecciones en San Juan y Tucumán.
Asimismo, la vicepresidenta planteó que cuando en diciembre último habló de “proscripción” no era un “ejercicio de artes adivinatorias”. En cambio, era la “comprensión de la etapa histórica que estamos atravesando”, en referencia a las mencionadas resoluciones de la Corte Suprema.
“Así como tres personas lo hicieron con las provincias de Tucumán y San Juan, no tengan dudas de que lo harán contra mi persona. Con el fin de evitar que el peronismo pueda participar del proceso democrático, o bien debilitarlo, conduciéndonos a un callejón sin salida”, continuó.
En esa línea, sostuvo: “No voy a entrar en el juego perverso que nos imponen con fachada democrática para que esos mismos jueces, encaramados hoy en la Corte, dicten un fallo inhabilitándome o directamente sacándome cualquier candidatura. Los hechos recientes me han dado la razón”.
Así, exhortó: “Tenemos que ser inteligentes para salir de este laberinto y romper la trampa a la cual nos quieren llevar”; lo que identificó como una “candidatura prohibida por el Partido Judicial”. Y añadió: “Frente a una derecha cuya única propuesta es arrebatar derechos, el peronismo sigue siendo el espacio político que garantiza la defensa de los intereses del pueblo”.
Sobre algunos jueces del Poder Judicial, agregó: “Los conozco, sé cómo piensan, cómo actúan y cómo van a actuar. Los he visto a lo largo de la historia. Experimenté su juego en carne propia y de mi familia, con una persecución atada con precisión quirúrgica al calendario electoral”.
“Desde 2016 el Partido Judicial funciona como una task force de Juntos por el Cambio y los grupos económicos concentrados para producir la eliminación de sus adversarios políticos. Nos provocan desde esta fachada de Justicia y democracia mutilada y pretenden que caigamos en el terreno que ellos quieren: violencia e intolerancia”.
“Nos tratan como enemigos y utilizan frases como ‘eliminarnos’ o ‘terminar con el kirchnerismo’. Nosotros no somos eso y creemos firmemente que en la democracia hay adversarios, no enemigos”, aseveró la titular de la Cámara de Senadores.
En la extensa misiva, Fernández de Kirchner evaluó que “la pérdida de la democracia económica comienza a partir de 2016 cuando el gobierno de Cambiemos, recién asumido, daba inicio a un brutal nuevo ciclo de endeudamiento externo que culminaría con el retorno del Fondo Monetario Internacional (FMI) a través de un préstamo insólito, inédito y político”.
El objetivo del crédito, indicó, “no sólo era ayudar a ganar las elecciones a ese ‘gobierno amigo’, sino también permitir la retirada en dólares de los fondos de inversión especulativos”, lo que hizo a un “marco de brutal endeudamiento en dólares y el carácter bimonetario de la economía argentina, que se suma a la ya histórica restricción externa y a la compulsión por la formación de activos en dólares en el exterior”.
Todos estos factores “inevitablemente colocan en rojo la cuenta corriente de nuestro país. Ante la escasez de dólares, siempre termina con la inflación descontrolada, corridas cambiarias contra la moneda nacional, devaluación y más inflación”; a lo que se sumó la pandemia con sus “consecuencias catastróficas” en “lo sanitario, lo social y lo económico”.
Además, Kirchner expresó que “durante 2022 vimos cómo la violencia verbal y simbólica que desde hace años venía siendo implantada en la sociedad por los medios de comunicación hegemónicos, se materializó en la calle a través del accionar de grupos violentos que agredían, insultaban y amenazaban de muerte con bolsones mortuorios, guillotinas, antorchas, piedras y escraches”.
En este sentido, la vicepresidenta señaló que el “objetivo” de esos grupos “no era contra todos los partidos” sino contra el “peronismo”. Luego, rememoró que “la culminación de ese accionar tuvo lugar aquel 1 de septiembre de 2022“, día del intento de atentado en su contra.
“Hoy, los fantasmas del pasado han vuelto a la realidad política argentina”, lamentó; y concluyó: “Es imprescindible más que nunca construir un programa de gobierno que vuelva a enamorar a los argentinos y convencerlos de que un país mejor no sólo es posible sino que, además, es deseable”.
Fuente: Télam
